La historia de los blindados en Uruguay comienza en 1944, cuando se recibe la primera partida de tanques ligeros Cadillac M3A1 Stuart, totalizando 28 unidades las que fueron repartidas entre los Regimientos de Caballería comenzando así el proceso de transición desde la caballería animal hacia la blindada. En 1945 una segunda partida de M3A1 Stuart llego al país.
Estas unidades, si bien obsoletas inclusive en el escenario bélico de la Segunda Guerra Mundial, sirvieron de base para formar las unidades blindadas del Ejército Uruguayo y resultaron tan nobles que llegaron hasta el siglo XXI como unidades de entrenamiento y segunda línea. El segundo modelo recibido por el Ejército fue el Cadillac M24 Chaffee, asignado a la Infantería, creándose así la primera unidad de Infantería Blindada del país. Un total de 17 tanques ligeros fueron recibidos en 1957 directamente de stocks del US Army en Corea y, desde entonces, increíblemente, se mantienen operativos en el Ejército Nacional.
Recientemente, las negociaciones para recibir un lote de tanques Cadillac M41C Walker Bulldog modernizados desde Brasil podrían poner punto final al uso de este venerable tanque ligero. Entre 1969 y 1971, la primera partida de 15 transportes blindados de personal FMC (ahora Bae Systems) M113 arribó a Uruguay bajo el programa MAP (Military Assistance Program) de Estados Unidos. Posteriormente en el año 2009 una partida de nueve unidades fue adquirida en Bélgica, llevando el total a 24 blindados incluyendo dos en la versión puesto de comando y uno recuperador.
La historia de los blindados uruguayos se mantendría incambiada hasta que, a principios de los años 80, varias compras modificaron sustancialmente el parque blindado del país. Precisamente, en el año 1980 una partida de tanques ligeros M41 Walker Bulldog modernizados llegan al país desde Bélgica, totalizando 22 unidades que pasaron a ser las más potentes del país. Fueron asignadas el Regimiento de Caballería Blindado Nº. 2, en el centro del país. Estas unidades, que luego de varias modificaciones y mejoras pasaron a denominarse M41A1 UR, fueron las más potentes en el país por varias decenas de años.
Ese mismo año, 15 Engesa EE-9 Cascabel y 18 EE-3 Yararaca que también arribaron al país para unirse a las filas de la Caballería y una partida de 55 Thyssen Henschel UR-425 Cóndor para ser distribuidos entre la Caballería y la Infantería, convirtiéndose Uruguay en el primer cliente de este increíble blindado que hasta ahora sigue prestando servicio en Uruguay.
Recién 14 años después, en 1994, una gran compra de blindados volvió a ser realizada, en este caso de 60 vehículos checos y polacos SKOT en dos versiones: OT-93 y OT-64, seguidos por 30 más (15 OT-64 y 15 OT-64C) y diez más (OT-64C). Los SKOT pasaron entonces a ser el blindado más numeroso del Ejercito y fueron la columna vertebral del transporte blindado sirviendo además en la misión de paz uruguaya en Haití. Con el tiempo, gran desgaste y dificultad para obtener repuestos las unidades fueron quedando fuera de servicio, siendo decidida su desprogramación para este año.
También a mediados de los 90 se recibieron 15 unidades del blindado de combate de infantería BMP-1, seis unidades de obuses autopropulsados 2S1 junto a tres vehículos de apoyo MT-LB. También en 1997 se adquirirían a Israel los que pasarían a ser los blindados mas poderosos del país, 15 unidades del blindado mediano Ti-67 Tiran (tanques T-55 egipcios capturados durante la guerra y modernizados en Israel).
La siguiente compra significativa fue en 2006, cuando se adquirieron (mediante canje de deuda a Rusia) 48 unidades del transporte blindado de personal GAZ-39371 Vodnik, las que fueron repartidas en cantidades iguales entre la Caballería y la Infantería. Poco tiempo después, una gran compra de vehículos blindados fue realizada a Canadá, recibiéndose 44 vehículos AVGP Cougar (sin torreta) los que fueron recuperados en Chile por la firma Famae. Posteriormente en el año 2009 se cerró la compra de 103 unidades más, de las cuales 98 eran del modelo Grizzly armados con una torreta portando una ametralladora .50 y otra 7.62mm y cinco unidades de recuperación Husky las cuales fueron recuperadas y puestas a punto por el propio Ejército Uruguayo en el Servicio de Material y Armamento.
Con esto el parque blindado de Uruguay es de unas 400 unidades, cifra muy respetable para un país pequeño y con relativamente pocas amenazas externas. Esta cantidad de unidades ha permitido que el país despliegue fuerzas blindadas (transportes de personal) en varias misiones de paz sin resentir los números necesarios para mantener una flota capaz de operar en caso de necesidad en el país.
Si bien a nivel de transportes blindados de personal se está en buenas condiciones, con capacidades para transportar miles de soldados protegidos hacia el campo de batalla, a nivel de material de combate los vetustos M24, M41 o inclusive Ti67 no están en condiciones de afrontar un combate moderno. Inclusive la donación de dos docenas de vehículos M41C de Brasil es más simbólica que efectiva, porque las unidades estarían en malas condiciones operativas y muy escasas de repuestos. Es así como el Ejército, a la brevedad posible, tiene que encarar la costosa tarea de analizar un reemplazo para su parque acorazado de combate, definiendo de una vez si desea un blindado sobre ruedas caza tanques, como por ejemplo el italiano Centauro o alguno similar o tal vez mantener el sistema de orugas y adquirir algunas unidades de la línea Leopard que se puede conseguir a excelentes precios en Europa y brindarían un salto cualitativo a la defensa del país.
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