Un ataque contra las fuerzas de paz uruguayas en la República Democrática de Congo deja un muerto y varios heridos

Efectivos uruguayos que se encontraban protegiendo a la población civil en la República Democrática de Congo fueron atacados durante una ofensiva del grupo rebelde M23. Según se informó, se trató una granada de mortero de 120mm guiada por láser contra un blindado AVGP .

La munición, que aparentemente atravesó el vehículo y explotó debajo de él, causó la muerte del chofer, el soldado de primera Rodolfo Alvarez, del Grupo de Escuadrones de Caballería Mecanizada Nro. 1; heridas gravísimas al sargento Adrián Fernández, que oficiaba como artillero y comandante del vehículo; y heridas de menor consideración a los soldados de primera Franco Olivera, Elder Piriz y al cabo de segunda Roque Francia. 

El avance del grupo revolucionario M23 comenzó una guerra contra el Gobierno congoleño hace más de una década y en 2012 ya había tomado la ciudad de Goma, una urbe con más de un millón de habitantes. Luego de intensas negociaciones con el Gobierno y las Naciones Unidas, los rebeldes aceptaron retirarse con la condición de que se establecieran negociaciones con el Gobierno. 

La tregua se rompió en 2017 cuando comenzaron los combates entre los rebeldes y tropas gubernamentales. Desde entonces, el M23 ha logrado avances y desde las Naciones Unidas se afirma que el apoyo provisto por Ruanda a las fuerzas rebeldes es el mayor responsable de su éxito. En las últimas horas, la ciudad de Goma ha caído nuevamente en control del M23 y sus miembros han anunciado a las fuerzas de paz uruguayas asentadas en la región que no serán atacadas en la medida que no intervengan en el conflicto. 

Los efectivos uruguayos desplegados en Goma carecen de mayor capacidad de fuego más allá de su armamento personal y colectivo, sumado a morteros y lanzagranadas RPG, armamento que se posee como simple medida de protección para ser empleado en ataques menores o para proteger en casos puntuales a la población civil. 

Ante una ofensiva de esta magnitud, las fuerzas de paz únicamente pueden ser espectadores de los acontecimientos y esperar que los actores principales, tanto locales como extranjeros, resuelvan el conflicto.