El Ejército de Tailandia ha encargado un nuevo avión de transporte militar C295. Junto a este aparato, su fabricante, Airbus, ha recibido el encargo de otros tres más del mismo modelo para otro cliente también de la región de Asia Pacífico, que sin embargo no ha sido especificado.
Tampoco ha trascendido el precio de ninguna de las dos operaciones. Lo que sí ha sido confirmado de momento es que el avión tailandés será entregado en 2023 e irá configurado para el transporte.
En palabras del director de la actividad comercial Asia-Pacífico de Airbus Defence and Space, Johan Pelissier, "el C295 está ganando popularidad en Asia-Pacífico debido a su modularidad, maniobrabilidad y capacidad de resistencia". Además, añade, también se ve favorecido por "el bajo costo de operación en comparación con cualquier otro otra plataforma de su clase”, lo que “lo convierte en una buena perspectiva para los militares".
De acuerdo con la información recogida por Defense News, el comprador no revelado se corresponde con Indonesia, o bien con Filipinas o quizá Vietnam, debido a las afirmaciones de fuentes de la industria no reveladas por el citado medio que aseguran que se trata de un país del sureste asiático que ya es cliente del C295. Estas premisas únicamente son cumplidas por estos tres países. En todo caso se trata de una cuestión todavía muy confusa, ya que inicialmente el mismo medio citó fuentes, también sin identificar, que aseguraron que el segundo cliente es una nación que nunca ha contado con el C295. En ese caso, las posibilidades quedaban adscritas a Brunei, Malasia, Singapur, Camboya, Laos y Myanmar
El C295 es un avión de usos múltiples lanzado en 2001 como versión evolucionada del CN235 que se utiliza en misiones humanitarias, en operaciones de despliegue de fuerzas de intervención rápida, en vigilancia marítima y en distintas tareas de seguridad del territorio. Está preparado para transportar a 71 paracaidistas en su bodega de 12,7 metros de longitud o, entre otras opciones, cinco pallets grandes o bien diez pequeños. Su velocidad máxima de crucero es de 260 nudos (480 kilómetros por hora) y su peso máximo al despegue es de 23,2 toneladas.
En los últimos años el constructor ha añadido una serie de mejoras de capacidades a este avión que le han permitido incrementar su rendimiento general. Además se han desarrollado nuevas configuraciones para su uso como cañonera, aeronave de control y alerta temprana (AEWC) o como sistema aéreo de vigilancia y reconocimiento, entre otros. También ha sido diseñada una versión cisterna para la lucha contra el fuego.