El desencuentro que el presidente francés, Emmanuel Macron, mantenía desde hace dos años con su homólogo egipcio, Abdel-Fattah al-Sissi, a cuenta de las dudas que el primero expresó sobre el respeto a los derechos humanos en el país del segundo, se limó en gran parte la semana pasada en París. Macron aprovechó la reunión que mantuvo con Al-Sissi en la ciudad para afirmar que sus preocupaciones en torno a las violaciones de derechos humanos en la nación norteafricana no afectarán a la exportación de material militar a El Cairo.
Egipto es un cliente de primer orden del armamento francés, de cuyo catálogo ha adquirido en los últimos años material tan destacado como 24 aviones de combate Rafale, una fragata Fremm, cuatro corbetas Meko A200 y dos buques de asalto anfibio (LHD) Mistral. Sin embargo, El Cairo mantenía congeladas las adquisiciones a Francia después de las críticas que Macron vertió hace un par de años a su gobierno durante una visita a ese país. Entre los acuerdos que se vieron truncados se encuentra la posible adquisición de más aviones Rafale.
En sus declaraciones de la semana pasada durante la visita de Estado a Francia de tres días de Al-Sissi, Macron explicó que los desencuentros sobre derechos humanos no le llevarán a condicionar “los asuntos de defensa y cooperación económica” con El Cairo, que a su juicio debería conservar su capacidad para combatir el terrorismo.
"Es más efectivo tener una política de diálogo exigente que un boicot que sólo reduciría la efectividad de uno de nuestros socios en la lucha contra el terrorismo”, detalló el mandatario francés ante el presidente egipcio.
La cadena pública alemana Deutsche Welle recuerda que Macron ya expresó previamente su preocupación de que Egipto acabase buscando una alternativa en otros países occidentales, Rusia y China a las compras de armamento francés.