El Ministerio de Defensa alemán ha seleccionado a la compañía CG Haenel para que fabrique el fusil de asalto con el que sustituirá en su ejército al modelo de Heckler & Koch G36, empleado además por otros países, entre ellos España. El ganador de esta licitación, el modelo MK556 de la citada Haenel, ha sido anunciado en un comunicado oficial fechado el martes, en el que se recuerda que “el resultado de la evaluación aún no es legalmente efectivo”. En concreto, apunta el texto, está abierto a posible recursos legales que los no elegidos puedan presentar, además de la correspondiente autorización parlamentaria, dado que se trata de una compra de más de 25 millones de euros.
De momento, el fabricante alemán Heckler & Koch, que lleva casi seis décadas suministrando a la Bundeswehr (Fuerzas Armadas del país), ha emitido un comunicado en el que su consejero delegado (CEO), Jens Bodo Koch, “lamenta esta decisión”, de la que explica que está “sujeta a una extensa revisión legal”. Al mismo tiempo, añade, “estamos absolutamente convencidos de la calidad tanto del HK416 como del HK433”, que son los dos modelos de la empresa que han sido batidos por el MK556 de Haenel.
La ganadora es actualmente parte del grupo Edge, de Emiratos Árabes Unidos, y propietaria también de la compañía Caracal, informa Thefirearmblog (TFB). La nota ministerial anunciando el resultado de la licitación apunta a finales de 2020 para que tenga lugar la correspondiente “remisión parlamentaria”.
Además de batir a los HK416 y HK433, el MK556 también ha ganado en esta licitación al RS556, con el que optaban Rheinmetall y Steyr.
El MK556 (las letras MK hacen referencia a la expresión ametralladora-carabina en alemán) tiene un diseño similar al AR15, aunque en este caso emplea un sistema de pistón de gas de carrera corta con un sistema de gas ajustable.
De momento aún no ha trascendido la configuración concreta del arma que adoptarán las 120.000 unidades previstas para el Ejército alemán ni qué tipo de accesorios incorporará.
En su nota de respuesta a esta elección, el CEO de Heckler & Koch, asegura, tras apuntar que no deben “rehuir la competencia con nuestros productos”, que “el número de pedidos de todo el mundo es mayor de lo que podemos procesar actualmente y la demanda sigue siendo alta”, por lo que “están seguros los puestos de trabajo en Oberndorf”, donde la empresa tiene su sede.
La entonces ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, anunció en 2015 que el G36, también empleado entre otros por el Ejército español, desaparecería gradualmente de las Fuerzas Armadas alemanas. Para reemplazarlo se abrió en abril de 2017 la licitación que ahora ha ganado Haenel
Hace cinco años trascendió que el fusil de asalto G36 alemán se sobrecalentaba en ambientes tórridos o por el uso continuo del arma, hasta el punto de poder desviar su precisión tras sesenta disparos medio metro en disparos a una distancia de doscientos, e incluso seis metros en alcances de medio kilómetro. Por ello, tras casi dos décadas en la infantería alemana, la propia ministra de Defensa llegó a afirmar entonces que “el Heckler & Koch G36 no tiene futuro en el Ejército alemán en su actual estado de construcción”, tal y como recogió Infodefensa.com.
Las sospechas sobre los fallos llegaron tras la muerte de tres paracaidistas alemanes el Viernes Santo de 2010 en las afueras de la base de Kunduz, en Afganistán. Un grupo de 32 militares mantuvieron ese día durante nueve horas un combate a vida o muerte hasta que el sobrecalentamiento de sus fusiles de asalto les obligó a retirarse. En el camino de vuelta un blindado pisó una mina causando el fallecimiento de tres de los militares de la Bundeswehr.
El motivo de los problemas que podrían haber afectado al G36, según avanzó la investigación oficial en 2015, era el polímero compuesto del que están hechos sus cañones, que incluso a solo 23 grados comienza a ablandarse, por lo que no pueden mantenerse rectos. El G36 cuenta con muchos componentes de plástico que le dotan de una mayor ligereza, por encima de la de competidores como el francés FAMAS o el americano Colt AR-15.
Por su parte, el fabricante, Heckler & Koch, respondió a las acusaciones del Ministerio de Defensa culpándole a su vez de haber colocado una cubierta protectora de estaño a los cañones del fusil antes de su uso en el campo que es la que originaría el sobrecalentamiento del arma. Finalmente la empresa ganó en el verano de 2016 un juicio al Gobierno alemán, que pretendía ser indemnizado por 4.000 armas presuntamente defectuosas.