El coronavirus también se ha detectado en el buque insignia de la Marina Militar Francesa, incluso tras tres semanas en las que nadie de su tripulación había contactado con ninguna persona externa. La nave hizo escala entre los pasados 13 y 15 de marzo en Brest, al noroeste del país, y desde entonces ninguno de sus marineros había estado con ninguna persona del exterior. Sin embargo, tres semanas después de ese momento, se detectaron los primeros casos de positivos en Covid-19, lo que a la postre ha acabado con la misión del barco, el portaaviones Charles de Gaulle, que llevaba de misión desde el 21 de enero, cuando zarpó de Tolón (sureste de Francia), y debía regresar el próximo 23 de abril .Finalmente, este domingo ha llegado a su base militar, 11 días antes de lo previsto, como consecuencia del embate sufrido por el coronavirus, y con los 1.800 militares que iban a bordo obligados a una cuarentena que durará 14 días.
Ahora son medio centenar de personas de las que iban a bordo las detectadas con la enfermedad.
La interrupción de las operaciones del buque francés llegan poco más de una semana después de que otro portaaviones nuclear, el estadounidense USS Theodore Roosvelt suspendiese también sus operaciones, en este caso en el Pacífico Occidental, por la detección de afectados por el Covid-19 entre sus 5.000 tripulantes.
Lo más significativo del asunto del portaaviones galo es ese largo periodo de tiempo en el que el buque estuvo de facto aislado del resto del mundo y sin detectarse la enfermedad en él. Se trata de un plazo superior a los catorce días que se siguen habitualmente como cuarentena, y que aun así se haya sucumbido al Covid-19. Algunas fuentes militares citadas por distintos medios dicen no explicarse cómo ha podido ocurrir el contagio, aunque también se ha informado de que los primeros síntomas se dieron cinco días más tarde de la última escala del barco, si bien en ese momento no fue posible confirmar si se trataba o no del coronavirus.
La escala en Brest tuvo lugar cuando el Gobierno francés ya había recomendado el confinamiento domiciliario de la población y ordenado el cierre de algunos establecimientos, pero los marineros sí pudieron abandonar el barco, aunque no se habían eliminado las visitas previstas de familiares esos días a bordo. El Gobierno francés decretó la cuarentena de todo el país finalmente el día 17 de marzo, dos días después de la escala del buque.
Mañana martes comenzará una profunda desinfección del Charles de Gaulle, según el plan diseñado para poderlo poner de nuevo en servicio más adelante. Este portaaviones, operativo desde hace veinte años, es un buque de en torno a 40.000 toneladas de desplazamiento y más de 260 metros de eslora que se mueve por propulsión nuclear.