El Pentágono considera cinco nuevos países como potenciales compradores del caza de quinta generación F-35. El jefe de la oficina militar del programa de este avión de combate producido por Lockheed Martin, el vicealmirante Mathias Winter, lo ha revelado en un escrito oficial presentado a la Cámara de Representantes del país con fecha del pasado jueves, 4 de abril
En la última página del informe, la 22, y justo antes del párrafo de conclusiones, el documento de Winter apunta que “los futuros clientes potenciales de ventas militares extranjeras [del programa del F-35] incluyen a Singapur, Grecia, Rumanía, España y Polonia.
El F-35, cuyo primer vuelo tuvo lugar en 2006, es el producto de un proyecto liderado por EEUU al que también se unieron Gran Bretaña, Italia, Holanda, Australia, Dinamarca, Noruega, Turquía y Canadá. En la actualidad también se han comprometido a adquirir aeronaves de este modelo Países Bajos, Israel, Japón, Corea del Sur y Bélgica, que el año pasado se convirtió en el primer cliente tras varios años sin que figurase ninguno nuevo.
Por otra parte, Canadá revisó su intención de adquirir F-35 y abrió un concurso para buscar su nuevo caza en el que figuran otros aviones alternativos, y Turquía ha sido apartada del suministro de estos aparatos por Washington como represalia por la compra de misiles rusos S-400 a la que se ha comprometido el país.
La cadena de radiodifusión financiada por el gobierno de Estados Unidos Radio Free Europe (RFE) apunta que también hay otros países aliados que han considerado la compra de aviones F-35, entre ellos Finlandia, Suiza y Emiratos Árabes Unidos.
Tres variantes
El F-35, que compone el programa de desarrollo militar más caro de la historia, contempla tres variantes, diferenciadas por las letras A, B y C. El F-35A, el más ligero y ágil de los tres, está preparado para el despegue y el aterrizaje convencional (CTOL) en pistas habituales, y con él se prevé sustituir a los antiguos aviones de combate F-16 y A-10.
La versión F-35B es la planteada para despegues cortos y aterrizajes verticales (STOVL) y, en caso de necesidad, es capaz de despegar verticalmente (VTO). Esta variante sustituye a los cazas Harrier, como los que empleó, en una versión más antigua que los actuales, Reino Unido desde portaaeronaves en la Guerra de las Malvinas y actualmente utiliza España desplegados desde su buque LHD Juan Carlos I.
Finalmente, el F-35C es una variante naval preparada para operar en grandes portaaviones, desde donde despega con ayuda de catapultas y aterriza en un corto espacio gracias a su resistente tren de aterrizaje y al gancho trasero con el que atrapa un cable de frenado anclado al buque. El F-35C, que cuenta con alas de mayor tamaño y además plegables, y está pensado para sustituir al caza naval Boeing F/A-18 Super Hornet.
Documento presentado por el jefe de la oficina del Pentágono del F-35 a la Cámara de Representantes