París también presiona a Berlín sobre exportación de material militar

Francia se suma a las críticas de Reino Unido a cuenta de las restricciones impuestas por Alemania a las exportaciones de Defensa. Su ministro de Economía, Bruno Le Maire, ha exigido a Berlín que relaje sus limitaciones a estas ventas. Si en el caso de Londres el secretario británico de Asuntos Exteriores, Jaime Hunt, evidenció la semana pasada su malestar por la congelación de suministros a Arabia Saudí, en el caso de Francia, la llamada de atención de Le Maire llega después de que la compañía alemana Heckler & Koch, haya sido multada con 3,7 millones de euros por la venta ilegal de unas armas a México de las que algunas unidades se sospecha que fueron empleadas en la matanza en 2014 de 43 estudiantes en Ayotzinapa.

En ambos casos, el británico y el francés, las quejas de sus representantes derivan de las dificultades que tienen sus empresas para exportar componentes incluidos en desarrollos militares en los que colaboran con Alemania. “Es inútil producir armas mediante una mejora de la cooperación entre Francia y Alemania si uno de los dos no está en condiciones de exportarlas”, ha apuntado Le Maire, de acuerdo con la cadena pública alemana Deutsche Welle.

Se da la circunstancia de que París y Berlín firmaron el mes pasado un nuevo Tratado del Elíseo, rememorando el suscrito hace 56 años para poner fin a la secular enemistad entre los dos países, y en el que se incluye un aumento de la cooperación militar. Además, el documento, del que Infodefensa.com informó el pasado 24 de enero, recoge el compromiso de ambos para desarrollar una serie de reglas conjuntas sobre exportación de material militar.

Las nuevas críticas del ministro de Economía francés siguen a las que su país ya había vertido por las cortapisas a las exportaciones de Alemania en un contexto de importantes proyectos de aviación militar conjunta de larga duración, como los de los cazas Eurofigher y Tornado, en lo que coincide con la posición de Reino Unido. En su carta de la semana pasada a su homólogo alemán, Jaime Hunt, cita estos programas concretos que, a su juicio, “es imperativo que se excluyan de la congelación de las exportaciones de armas”, además del misil Meteor.

El político británico adujo tres razones por las que su socio alemán debería atenuar su presión a las exportaciones de armamento: la implicación de distintos países en estos proyectos, el riesgo de que Alemania deje de ser considerado como un socio fiable en un momento en el que Berlín busca desarrollar futuras capacidades de defensa, y la posibilidad de que se dé lugar a costosos litigios por responsabilidad legal por el impacto de estos movimientos en los operadores comerciales europeos.