La iniciativa europea de colaboración en defensa Pesco (siglas en inglés de Cooperación Estructurada Permanente) ya dobla el número de proyectos con los que echó a andar a finales del año pasado. Los ministros de Exteriores y de Defensa de la Unión Europea (UE) han aprobado esta semana 17 nuevos programas de desarrollo militar, que se suman a los otros tantos a los que ya se dio luz verde a principios de marzo.
Los nuevos proyectos se centran en áreas como la formación, el desarrollo de capacidades y preparación operativa en tierra, mar y aire, y la ciberdefensa. En cada una de las 34 iniciativas aprobadas el lunes en el marco de la Pesco intervienen empresas de al menos dos países de la UE.
La Pesco está integrada por 25 países en total, todos los de la UE excepto Reino Unido, Malta y Dinamarca. Se trata de los 23 países que hace ahora un año se comprometieron a crear una estructura de defensa europea propia al margen de la OTAN, aunque sin rivalizar con ella, más Irlanda y Portugal, que se sumaron un mes después, cuando la nueva entidad echó a andar.
Los proyectos aprobados el pasado 19 de noviembre están relacionados con tareas de formación para operar con helicópteros a gran altitud y en ambientes calorosos; con una escuela de inteligencia conjunta; en distintos centros de evaluación y ensayo; con un paquete de capacidades de ayuda militar desplegable en desastres; con un sistema integrado no tripulado terrestre (UGS); con el desarrollo de un sistema de misiles terrestre de nueva generación para objetivos más allá de la línea visual; con un paquete de capacidad de intervención submarina modular desplegable (Divepack); con el programa del RPAS Euromale; con la mejora del helicóptero de ataque Tigre; con el desarrollo de un avanzado equipo contra sistemas aéreos no tripulados (C-UAS); con el desarrollo de un dirigible de inteligencia, vigilancia y reconocimiento; con sistemas de fuerzas de operaciones especiales, mando y control táctico y puesto de mando para pequeñas operaciones conjuntas; con el establecimiento de una capacidad de guerra electrónica y un programa de interoperabilidad para la cooperación de futura inteligencia, vigilancia y reconocimiento conjunto (JISR); con un servicio de vigilancia NRBQ (nuclear, radiológico, biológico y químico); con una iniciativa de mejora de intercambio de bases y puntos de apoyo; con la mejora de servicios geo-metereológicos y oceanográficos; con una solución de radionavegación europea (Euras), y con el desarrollo de una red europea relacionada con la vigilancia espacial.