El Ministerio de Defensa británico ha anunciado su vuelta al programa de blindados 8x8 Boxer, liderado por un consorcio alemán, con el objetivo de equipar con este vehículo a su Ejército a partir de 2023. Reino Unido abandonó hace catorce años su implicación en el desarrollo de la plataforma que fabrica Artec, una firma conjunta de las alemanas Rheinmetall, que posee el 64 por ciento de su propiedad, y Krauss-Maffei Wegmann (KMW), con el 36 por ciento restante.
Tras el anuncio de su regreso al proyecto, que tuvo lugar el pasado fin de semana, Rheinmetall ha revelado que ya se encuentra en conversaciones con compañías con sede en suelo británico para que se sumen al programa. Entre ellas se encuentran BAE Systems, Thales UK, Rolls Royce y Pearson Engineering. Si la adquisición se formaliza en los términos en los que se pretende, se beneficiarán en torno a un millar de empleados del Reino Unido, según los cálculos del Ministerio de Defensa.
A partir de ahora las negociaciones se alargarán hasta el próximo año, y, de cuajar, los primeros vehículos podrán comenzar a operar incluso en 2023, de acuerdo con la misma fuente oficial. En la búsqueda de un acuerdo también está implicada la Occar, siglas de Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento, la entidad gubernamental de ámbito europeo encargada de gestionar el programa de armamento.
Reino Unido quiere renovar su flota de blindados con la incorporación de nuevos 8x8, dentro del denominado programa MIV, por las siglas en inglés de vehículo de infantería mecanizada. En este proyecto han contado con posibilidades, además del Boxer de Artec, las compañías General Dynamics, con sus modelos Piraña 5 y LAV, derivado del primero; la francesa Nexter –ahora fusionada con la alemana KMW en la nueva NKDS–, con su blindado VBCI; la finlandesa Patria, que se esperaba que optase con el AMV y su última variante, el AMV XP, y la firma con sede en Singapur ST Kintetics, con el Terrex 3.
Programa 3.400 millones
En 2016 trascendieron las intenciones de las autoridades británicas de optar con rapidez por la compra de 800 blindados Boxer a Alemania como modo de reducir en lo posible los efectos del Brexit –la salida de la Unión Europea decidida en referéndum por el país en junio de ese año–. En aquel momento se calculó que el contrato, estimado en unos 3.000 millones de libras (más de 3.400 millones de dólares), podría llegar a encarecerse otros 1.000 millones más por la debilidad de la moneda local ante las nuevas circunstancias.
El Ministerio negó entonces que se hubiese tomado ninguna decisión e insistió en su intención de abrir la elección del futuro blindado a la competencia, “siempre que sea posible”. El apoyo dado ahora por este mismo departamento al Boxer aleja las posibilidades de los demás contendientes y, de paso, ha levantado algunas críticas por el hecho de que Artec tenga su sede en Alemania. En cualquier caso, las autoridades británicas afirman que, de cerrarse el acuerdo, los blindados podrían ensamblarse en Reino Unido, cuya industria se encargaría de al menos el 60 por ciento de la fabricación, “manteniendo y desarrollando las capacidades, instalaciones y habilidades industriales” del país.