El jefe de la Fuerza Aérea alemana (Luftwaffe), se arriesga a ser despedido si vuelve a citar el nombre del caza de quinta generación estadounidense F-35. Alemania está buscando un sustituto para su actual flota de aviones de combate Tornado y entre los candidatos se ha barajado la opción del F-35, como recogió Infodefensa.com el pasado verano. Sin embargo, el país se encuentra al mismo tiempo planeando el futuro de un nuevo aparato de quinta generación de diseño europeo, por lo que hablar del desarrollo del otro lado del atlántico no parece lo más conveniente para la credibilidad del nuevo proyecto. De ahí puede estribar la severa imposición sobre el máximo jefe de la Luftwaffe conocida ahora.
El asunto ha sido revelado por el experto en defensa alemán Christian Thiels, que cita fuentes de la propia Arma Aérea del país. Thiels ha escrito en su cuenta de twitter que, según sus interlocutores, “si el Jefe de la Fuerza Aérea Alemana dice F35 una vez más, es probable que sea despedido”.
Un grupo de militares alemanes se reunió el pasado julio con oficiales de Estados Unidos en Bonn para conocer detalles del F-35 de cara a una posible adquisición. El encuentro, del que informó entonces una portavoz oficial, fue solicitado por la propia Fuerza Aérea germana como parte de un “análisis en profundidad de las soluciones disponible en el mercado”.
Alemania tiene previsto anunciar a mediados de este año si adquirirá algún modelo ya existente o si emprenderá el desarrollo de un nuevo programa para sustituir su actual flota de aviones Tornado.
La posible adquisición de un avión militar estadounidense deberá enfrentarse muy probablemente con una importante resistencia política en Alemania, donde además existen sindicatos fuertes y cuenta con un sólido impulso en Europa para desarrollar su propio equipamiento de defensa. De ahí que, al menos aparentemente, cuenta con más posibilidades de éxito la compañía europea Airbus, que en junio anunció que ya mantiene contactos con este país, además de España, con vistas al diseño de un futuro avión de combate de una generación posterior a la del Eurofighter.
El interés que Alemania mostró por el F-35 pilló por sorpresa a muchos ejecutivos del sector europeo de defensa, debido a la señalada iniciativa encabezada por Airbus de desarrollar un caza europeo de próxima generación y al acuerdo alcanzado también el pasado julio por la canciller alemana Ángela Merkel y el presidente francés Emmanuel Maccron para el desarrollo de un avión de combate de nueva generación.
En la actualidad, cinco países del viejo continente participan en el programa norteamericano del F-35: Gran Bretaña, Italia, Noruega, Países Bajos y Dinamarca. En cambio, otros tres de los grandes, España, Alemania y Francia, deberán iniciar en los próximos años programas de sustitución de modelos de sus actuales flotas de aviones de combate (el F-18 en el caso de España, el Tornado en el de Alemania y el Mirage en Francia), por lo que podrían acabar uniéndose para emprender el desarrollo de una aeronave de nuevo cuño.