El comandante general de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), general Carlos Chávez Cateriano, ha revelado que los tres fabricantes de los cazas preseleccionados ya han presentado sus ofertas preliminares como parte del proceso de evaluación en curso para la adquisición de 24 aviones de combate nuevos.
La Fuerza Aérea de Perú inició hace algunos años las evaluaciones de 11 cazas y conforme los especialistas avanzaban en su análisis se fueron descartando cazas demasiado costosos, aquellos cuyos fabricantes tienen sanciones (rusos), aquellos que no tienen soporte logístico adecuado, hasta llegar a una lista corta conformada por el Rafale, del fabricante francés Dassault Aviation; el F-16 Bloque 70, del fabricante estadounidense Lockheed Martin; y el Gripen E/F, del fabricante sueco Saab.
El general Cateriano ha continuado su gira por diferentes medios de prensa nacionales e internacionales para defender el proyecto de compra de 24 cazas para modernizar parcialmente el brazo de combate aéreo de la Fuerza Aérea del Perú y ha confirmado la práctica usual de los tres institutos armados y otros organismos adscritos del sector Defensa que evalúan ofertas en dos elementos principales: el factor económico y el factor técnico. A veces se prioriza costes, a veces se prioriza la capacidad técnica en las compras.
Uno de los casos más llamativos de la preponderancia del factor técnico sobre el económico ha sido la adquisición de los aviones de transporte mediano C-27J Spartan, más caro que su competencia, tanto a nivel de coste de adquisición como de mantenimiento, pero muy superior en materia de desempeño, incluso en aeropuertos de altura, capacidad de transporte, inigualable maniobrabilidad y fuselaje muy robusto.
Los Spartan han demostrado su eficacia en Perú, de hecho en el futuro próximo se comprarán otras dos unidades, y Seman Perú trabaja con el fabricante italiano para reducir costes a través de la transferencia de capacidades para realizar trabajos de mantenimiento menor y mayor a nivel local. Este ítem era el principal elemento que elevaba el coste operativo del Spartan y cuyo impacto en la reducción de costes se deberá apreciar en los años siguientes.
Seman Perú también deberá recibir un paquete de transferencia tecnológica para sumarse a la cadena de suministros y mantenimiento.
En la evaluación económica, la FAP ha solicitado a los tres postores que incluyan un programa de mantenimiento completo hasta los primeros siete años de operaciones y los programas de compensaciones offset directas e indirectas que están dispuestos a conceder a Perú y que puede favorecer no solo al sector Defensa sino también a otros sectores del aparato estatal, lo que ha llamado poderosamente la atención de los ministros de otros sectores. El paquete de armas se negociará por separado.
De esta manera, la FAP avanza en la evaluación del F-16, Gripen y Rafale. Este último es el único caza bimotor de la terna, único en tener variante aeronaval, único de configuración delta, considerado por especialistas como el más capaz de los tres pero también el más costoso.
Cateriano ha recordado que la Fuerza Aérea se encuentra a la espera de la aprobación del presupuesto público para el ejercicio fiscal 2025, dentro del cual se ha solicitado una partida presupuestal para la compra de los 24 cazas. La aprobación del presupuesto se espera para fines del presente mes. Una vez aprobado el presupuesto en el Congreso, Cateriano ha indicado que se convocará a los postores hacia el mes de marzo del próximo año, para que presenten sus ofertas finales y proceder a la etapa de selección del eventual contratista.
Plazos
Según Cateriano, la Fuerza Aérea del Perú espera incorporar sus primeros nuevos cazas en un plazo aproximado de tres años, un requerimiento que puede poner en aprietos a Saab, que viene experimentando importantes retrasos en el suministro de los Gripen E/F a la Fuerza Aérea Brasileña (ha entregado solamente ocho cazas desde 2015); y también a Dassault Aviation, empresa que tiene una importante cola de producción por el éxito de ventas alcanzado con el Rafale. De los tres postores, Lockheed Martin es de lejos el que tiene la mayor capacidad instalada pero también es el que vende más aviones militares en diversas latitudes del globo.
Queda además en la FAP la evaluación de probables interferencias de consideraciones geopolíticas en el ciclo de vida de los cazas, como por ejemplo el efecto que pueden tener las políticas exteriores de Estados Unidos, Francia y Suecia, tomando en cuenta que ahora Suecia forma parte de la OTAN y en consecuencia ya no goza de la independencia geopolítica de antaño.
La política exterior de Estados Unidos y los posibles efectos sobre la cadena de suministros es de especial preocupación. El F-16 Bloque 70 es producido en Estados Unidos, repleto de componentes de origen estadounidense, mientras que el Gripen E/F integra variedad de componentes de origen estadounidense, británico y de otros países, lo que necesariamente reduce el alcance de cualquier oferta de transferencia tecnológica que pueda realizar Saab. El Rafale es primordialmente un producto de la industria francesa y la transferencia tecnológica queda mayoritariamente a criterio de Dassault, Thales, Safran y otros fabricantes franceses, y por supuesto del gobierno de Francia.
Todos estos factores son los que necesariamente tendrá que evaluar y ponderar la Fuerza Aérea del Perú en su proceso de selección de la siguiente generación de aviones caza, a la espera de tiempos económicos mejores en el Perú y la maduración del caza KAI KF-21 hacia 2030.
Caza F-16 Bloque 50 de la Fuerza Aérea de Chile. Firma: Fuerza Aérea de Chile