Argentina dio inicio a la Campaña Antártica de Verano 2020/2021 (CAV) con un acto presidido por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, en el Apostadero Naval Buenos Aires. La campaña de este año durará 120 días y contará con la participación del rompehielos ARA Almirante Irízar, los avisos ARA Bahía Agradable e Islas Malvinas, el transporte ARA Canal Beagle y dos helicópteros Sea King pertenecientes a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros.
Luego de la entonación del himno nacional argentino y de una invocación religiosa para bendecir a los tripulantes de la unidad, el ministro Rossi destacó los esfuerzos de planificación y logística para que la campaña pueda concretarse pese al contexto de pandemia mundial. “La Antártida es un objetivo permanente de la política argentina. Este año diseñamos una campaña en donde disminuimos la cantidad de personal que va a trabajar, tanto militar como científico; además, no se abrirán las bases transitorias. Hemos tratado de compactar todo desde el punto de los medios y del personal para que la Antártida siga siendo el único continente libre de Covid-19”, expresó.
Con respecto a las medidas tomadas para evitar contagios, el ministro explicó que la totalidad del personal que está a bordo del Irízar y de los otros buques que participan, debieron acatar una cuarentena estricta para poder embarcar: “Hemos hecho una gran burbuja para cumplir con la totalidad de los objetivos que nos planteamos y garantizar que hoy la campaña pueda salir”.
Por otro lado, el despliegue durante esta CAV se verá reducido para evitar que el rompehielos deba ir a la Antártida y volver varias veces, como sucedía en años anteriores. Esta vez irá una sola vez y volverá dos veces a Ushuaia, ya que el buque logístico ARA Canal Beagle efectuará las navegaciones de apoyo desde Buenos Aires.
El objetivo principal de las Campañas Antárticas de Verano es el sostenimiento de la actividad logística en la Antártida y el afianzamiento de los derechos de soberanía argentina sobre dicho sector.
El protagonista de estas campañas es el rompehielos Irízar, que cuenta con una dotación de 241 personas — de los cuales 59 son mujeres–, y tiene el objetivo de apoyar las actividades científicas, reabastecer a las bases antárticas argentinas con víveres y materiales, y efectuar el recambio del personal.
Como consecuencia de la pandemia mundial provocada por la Covid-19, el rompehielos puso en marcha un estricto protocolo a fin de evitar al máximo cualquier posibilidad de contagio. De esta forma, todo aquel que embarcó debió realizar una cuarentena estricta. Además, se efectuaron hisopados para asegurar la ausencia certera de posibles infectados.
La semana pasada, el aviso ARA Bahía Agradable zarpó desde el muelle oeste de la Dársena Militar de la Base Naval Mar del Plata luego de un acto de despedida del que participaron autoridades militares y familiares de los tripulantes.
La unidad, al mando del capitán de corbeta Tomás Campos, partió con rumbo al puerto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para el embarco de carga para aprovisionar a las bases antárticas.
El aviso ARA Bahía Agradable tiene 81,37 metros de eslora y una manga de 16,3 metros. Cuenta con una capacidad máxima de carga de 2.723 toneladas y es utilizado para brindar apoyo logístico en la Antártida, donde realiza sus tareas junto al rompehielos.