El rompehielos argentino Irízar prueba sus máquinas antes de la campaña antártica

El rompehielos de la Armada Argentina ARA Almirante Irízar soltó amarras desde su apostadero en la Dársena Norte del Puerto de Buenos Aires para realizar la prueba de máquinas previa a la Campaña Antártica de Verano 2020/21 (CAV). El buque navegará para probar los motores y sistemas principales de la unidad. En simultáneo, la tripulación del buque se ejercitará en roles específicos con el objetivo de afianzar su adiestramiento en el mar.

Durante los días de navegación se llevarán a cabo, principalmente, pruebas generales de sistemas, motores y máquinas. A su vez se probarán las reformas llevadas a cabo por Tandanor el pasado mes de julio.

Por aquel entonces se realizaron las tareas de mantenimiento y reparación de grúas de cargamento, sistemas de accionamiento hidráulico de compuertas y tapas de bodega, y el flushing del sistema de tapas de bodega. Cabe recordar que aquellos arreglos significaron una inversión de más de 294.000 dólares.

Tareas de adiestramiento conjunto

Por otra parte, desde la Armada informaron que también se efectuarán maniobras con helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval y con dos helicópteros Bell 212 de la VII Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), con quienes el rompehielos trabajará de manera conjunta en la Base Antártica Marambio. También está previsto un ejercicio de remolque junto al aviso ARA Bahía Agradable, quien también participará de la próxima CAV.

Al respecto, el comandante del romphielos, capitán de navío Carlos Claudio Musso Soler, explicó: "Con esta serie de ejercicios apuntamos a comprobar el correcto funcionamiento de los equipos, pero también se busca trabajar en equipo, adiestrarnos, conocernos bien de cara a los próximos meses y ajustar todos los detalles necesarios".

La Campaña Antártica en tiempos de pandemia

Debido al contexto de pandemia mundial provocado por el Covid-19, el buque ha tenido que definir un estricto protocolo a fin de evitar al máximo cualquier posibilidad de contagio.

En primer lugar, se dispuso que todo aquel que embarca debe ser hisopado por personal del Departamento de Sanidad para constatar la ausencia del virus. Ya dentro de la unidad es obligatorio el uso del tapaboca en todo momento, respetando siempre la distancia física.

También se dispuso que las comidas no se sirvan en los comedores correspondientes, sino que cada persona deba retirar su ración y almorzar o cenar en el camarote asignado, que contará con dos o tres personas como máximo.