El Buque de Vigilancia del Litoral (BVL) GC 23 Naiguatá de la Armada Bolivariana se hundió el lunes 30 de marzo a las 00:45 horas al noroeste de la Isla Tortuga a causa de una colisión con el buque de pasajeros Resolute (de bandera portuguesa), que causó graves daños al casco del navío, según confirman fuentes del sector en Venezuela a Infodefensa.com.
La tripulación estimada de 44 hombres fue rescatada y se encuentra a salvo en la estación principal de Guardacostas de la Guaira. El buque BVL Naiguatá de la Clase Guaicamacuto, cuyo comandante es el CN Granadillo Medina, fue construido en el astillero Navantia en San Fernando (España).
Entregado a la ARBV el 24 de junio del 2009, la embarcación desplazaba 1.720 toneladas, contaba con dos motores diesel que le permitían alcanzar la velocidad de 22 nudos. Estaba armado con un cañón OTO Melara de 76/62 mm compacto y dos cañones de 20 mm y otros dos de 12,7 mm.
Cabe recordar que otro buque, de los siete construidos en los años 2000, el Patrullero Oceánico PC 22 Warao, colisionó en el 2012 contra un arrecife coralino aproximándose al puerto brasileño de Fortaleza, luego de haber participado en los ejercicios navales combinados Venbras 2012.
Este buque también se considera prácticamente perdido. El Gobierno venezolano, en ese entonces, no quiso asignar los trabajos de recuperación al astillero constructor (Navantia), y después de años en Brasil, se decidió llevarlo de regreso a Venezuela donde ha sido dejado en muelle en condición no operativa.