El Ejército de Tierra tiene previsto llevar a cabo durante el próximo año una profunda revisión de los obuses remolcados 155/52 en servicio en sus unidades de artillería de campaña y artillería de costa.
Esta revisión implicará un chequeo minucioso de los componentes que forman el sistema y tiene lugar con una periodicidad de doce años, según explicó el director de la Academia de Artillería, coronel Alejandro Serrano Martínez, durante un reciente discurso en el que actualizó el estado de la artillería y las perspectivas de futuro.
Estos obuses 155/52 fueron producidos por Santa Bárbara Sistemas en la Fábrica de Armas de Trubia y adquiridos a principios de este siglo por el Ejército de Tierra para renovar y modernizar su capacidad artillera. El Ejército cuenta con 82 unidades de este modelo de obús: 16 de la variante 155/52 V07, en servicio en las unidades de la artillería de costa, y 66 de la variante 155/52 SIAC, utilizados en las unidades de artillería de campaña.
El Ejército de Tierra, recordó el coronel, se encuentra inmerso además en la sustitución de los obuses autopropulsados M109 A5E, un proceso que durará dos años. Los nuevos cañones, procedentes de material excedente del Ejército estadounidense, permitirán extender diez años la vida de estas piezas. La instalación de los tubos tiene lugar en el Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados nº 1 (Pcmasa 1) de Segovia y las pruebas en el centro de ensayos de Torregorda en Cádiz.
También está en marcha el proceso de adquisición de munición Excalibur, que, según afirmó Serrano, deberá venir acompañado de los sistemas de adquisición de objetivos que proporcionen la precisión necesaria para el empleo de esta munición guiada. De cara al próximo año, el Ejército formará al personal y las unidades que recibirán esta munición. Excalibur podrá lanzarse desde el obús 115/52 y cuenta con un alcance de hasta 50 kilómetros. Todavía está pendiente el estudio final sobre la viabilidad del lanzamiento con el actual obús M109 A5.
Por otra parte, sistema de mando y control de artillería de campaña Talos avanza hacia la versión seis que permitirá la integración con el sistema de mando y control del Ejercito tanto pequeña como gran unidad. Asimismo, el Ejército continua dando pasos dentro del programa Asca que persigue una mayor interoperabilidad entre las unidades de artillería de los Ejércitos aliados.
"El único requisito pendiente son unas pruebas de fuego real que realizará una batería del RACA 63 encuadrada en un grupo multinacional liderado por Estados Unidos dentro del ejercicio Dynamic Front 2021 que se desarrollará en Alemania en mayo", concretó el director de la Academia de Artillería.
Durante su intervención, el coronel insistió en la necesidad de disponer de lanzacohetes en la Fuerza 2035. “Se hace imprescindible contar con sistemas lanzacohetes con rangos de alcance acordes con las dimensiones de las zonas de acción previstas para los escalones tácticos terrestres”, destacó el coronel, que hizo hincapié en que deben comenzar los trabajos y actividades para la adquisición de esta capacidad.
Serrano informó además de que la Jefatura de Adiestramiento y Doctrina del Ejército ha finalizado la redacción de los requisitos de Estado Mayor necesarios para la adquisición del sistema lanzacohetes de alta movilidad y del sistema autopropulsado sobre ruedas. También se han elaborado los requisitos para la modernización de artillería de campaña Talos, así como el documento de necesidad operativa para modernizar el sistema de mando y control de artillería de costa.