El Gobierno aprueba la reparación del cazaminas Turia por 25 millones de euros

El Gobierno ha dado luz verde este martes en la reunión del Consejo de Ministros a la contratación por parte del Ministerio de Defensa de los trabajos de reparación del cazaminas Turia (M-34) de la Armada española por un importe de 25 millones de euros. Navantia será la responsable de un proyecto que tendrá una duración de 24 meses.

El buque encalló frente a la playa del Banco del Tabal en las proximidades de La Manga del Mar Menor (Murcia) el 27 de agosto de 2019, al chocar contra un lecho rocoso, mientras participaba en las labores de búsqueda y recuperación de los restos del avión C-101 del Ejército de Aire que cayó al mar el día anterior y en el que falleció el piloto que realizaba un vuelo de instrucción.

El cazaminas sufrió graves daños en su casco durante una maniobra. La operación de rescate, que costó unos 650.000 euros, tuvo lugar una semana después del incidente con el apoyo de Salvamento Marítimo y la compañía Ardentia Marine, contratada expresamente. Desde entonces, el Turia permanece en seco en las instalaciones de Navantia en Cartagena y ha sido sometido a evaluaciones por parte de la Armada y Navantia para conocer el estado del caso y el alcance de la reparación.

El Gobierno explica que "los trabajos de reparación se realizarán por Navantia, en el marco del convenio suscrito por esta empresa con el Ministerio de Defensa y de sus reglas complementarias de desarrollo". Y añade: "Se efectuarán en un astillero especializado en este tipo de buques, que cuenta con la experiencia que tiene Navantia como fabricante y sostenedor de estos buques".

Dos años de trabajo

El proyecto tendrá una duración de 24 meses, tras la firma del contrato con Navantia. El pasado mes de marzo, como recogió Infodefensa.com, la Armada confirmó la decisión de reparar el cazaminas Turia y anunció que el proyecto correría a cargo del astillero de Navantia en Cartagena, que contará con la participación de empresas especializadas en cascos de fibra de vidrio.

La Armada y la compañía pública ya han avanzado en tareas de inspección y desmontaje, y estaban pendientes desde hace meses del visto bueno final del Gobierno. El contrato incluye la reparación del casco y de los equipos dañados para dejar el buque en el estado anterior al accidente. El plan es reemplazar todo los equipos dañados y obsoletos por equipos nuevos equivalentes.

Tras el accidente, la flota de cazaminas está compuesta por cinco buques de la clase Segura (Segura, Duero, Tambre, Sella y Tajo) con base, todos ellos, en el Arsenal de Cartagena.