FEINDEF, nuestra Feria Internacional de Defensa y Seguridad vino a marcar todo un hito en muchos aspectos, la mayoría de ellos relacionados con el hecho cierto de que nos alineó con Europa y sus postulados en materia defensa, lo que nos obligó a apostar por la investigación y la innovación, por la dualidad de los desarrollos a futuro, por la generación de consorcios y por la conciencia social.
Estos objetivos nos sirvieron a su vez para llegar donde nunca antes habíamos llegado, como industrias, como asociaciones o tan siquiera como Fuerzas Armadas. Hablar de Europa y de objetivos concretos y hacerlo, además, con el respaldo de todo un plan de viabilidad económico-financiera, nos sirvió para despertar adhesiones entusiastas en cuantas instancias acudimos con nuestro proyecto… y FEINDEF se hizo realidad y vio la luz con la fortaleza que nadie le hubiera supuesto antes de su cuarta o quinta edición.
Pero eso fue hace 10 meses ¿a qué viene traerlo a colación ahora, con lo que tenemos encima? Lo traemos a colación porque el día 18, en condiciones normales, habríamos clausurado el Marquet Place de Toledo, un evento que sin haberse llegado a producir, ha sido un rotundo éxito.
Cuando se adoptó la medida de aplazarlo, contábamos con más de 200 empresas inscritas de más de una docena de países, con la presencia del deputy Dgdefis, el director de la representación de la Comisión Europea en España, el secretario general de Industria, altos representantes de los ministerios de Defensa de las cuatro grandes economías de la UE, el director general de Armamento y Material, el secretario de Estado de Defensa y, en un gesto muy de agraceder, con el presidente de Castilla la Mancha y la alcaldesa de Toledo. Sin lugar a dudas un éxito como idea y como proyecto, que ha servido para poner de relieve hasta qué punto nos encontramos ante una nueva realidad.
Pero somos bien conscientes de que vivimos tiempos en que las realidades duran poco y de hecho ya avistamos una nueva: La realidad 5.0 ¿?
La nueva realidad será la que empecemos a vivir cuando acabemos con el virus y de salida nos pondrá en una más difícil situación económica, pero más metalizados y fuertes en lo individual y colectivo. Nos habrá desvelado las inmensas posibilidades del teletrabajo y los tangibles beneficios de las videoconferencias, las calls en el idioma cool, bien dirigidas, con su benéfica incidencia en la conciliación familiar y personal, pero por encima de todo, va a acabar con la eurofobia, el euroescepticismo y otras rémoras. Pues la falta de respuesta por parte de la Unión Europea, la misma que exhibimos ante crisis como Bosnia, Kosovo, Irak, Ucrania, los refugiados y tantas otras, esta vez nos ha afectado a nosotros, a todos y cada uno de los ciudadanos de Europa.
Un nuevo escenario para quienes se supone viven, vivimos, a lomos del cambio, de la evolución, hechos a que en cualquier momento o lugar emerjan nuevas alianzas o estrategias, nuevos tipos de amenazas que atacan desde espacios nunca antes empleados, cada vez más globales y operando con mayor virulencia y sofisticación ¿Acaso no es éste el tiempo que nos ha tocado vivir?
Será el momento de cuidar a nuestra gente, que tanto habrá sufrido en lo humano y en lo material, de apostar por la tecnología y la innovación, de aunar esfuerzos con quienes, a veces sin saberlo, “son duales”, será el momento de Europa ¿Acaso no eran estos los fines de nuestra FEINDEF?
Para terminar una sencilla reflexión: Dicen que en chino la palabra crisis resulta de la unión de los caracteres de peligro y oportunidad, propongo aprovechar la oportunidad, como siempre, sin descuidar los peligros.