La Armada española ha confirmado este jueves que finalmente reparará el cazaminas Turia, accidentado en agosto del año pasado. El astillero de Navantia en Cartagena dirigirá un proyecto con un coste aproximado de 25 millones de euros, que contará con la participación de empresas especializadas en cascos de fibra de vidrio.
La decisión ha sido tomada una vez ratificada la viabilidad técnica de la reparación, según explica la Armada, quien añade que la inversión prevista es "sensiblemente menor a la que supondría la adquisición de uno nuevo". Los trabajos comenzarán a lo largo del segundo semestre de este año en curso.
La Armada también recuerda en un comunicado que "siempre ha expresado que (la reparación) era su intención por razones operativas, al mantenerse el equilibrio entre esa necesidad y el presupuesto". Además, destaca que "siempre consideró necesario mantener el número de cazaminas con los que contaba, por tratarse del mínimo imprescindible para realizar las misiones que tiene asignada la Fuerza de Medidas Contra Minas, de alto interés estratégico para la defensa de nuestros puertos".
Tras el percance del Turia, la flota de cazaminas está compuesta en la actualidad por cinco buques de la clase Segura (Segura, Duero, Tambre, Sella y Tajo) con base, todos ellos, en el Arsenal de Cartagena.
El buque quedó varado frente a la playa del Banco del Tabal en las proximidades de La Manga del Mar Menor el pasado 27 de agosto, mientras participaba en las labores de búsqueda y recuperación de los restos del avión C-101 del Ejército de Aire estrellado el día anterior y en el que falleció el piloto que realizaba un vuelo de instrucción.
La operación de rescate tuvo lugar una semana después del incidente con el apoyo de Salvamento Marítimo y la compañía Ardentia Marine, contratada expresamente. Desde entonces, el cazaminas permanece en el dique seco y ha sido sometido a evaluaciones por parte de la Armada y Navantia para conocer el estado del caso y el alcance de la reparación.