El Ministerio de Defensa, a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), ha adjudicado un contrato a la Universidad de Granada para el desarrollo de un exoesqueleto pasivo adaptado a la bota (Exoboot) que mejora la eficiencia y la salud del tren inferior del combatiente.
El sistema está diseñado por el Centro Mixto Universidad de Granada-Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército (UGR-Madoc), una institución creada en 2009 para impulsar la colaboración entre ambos organismos.
Por medio de este contrato, el centro ha recibido 65.000 euros para perfeccionar el desarrollo y presentar un prototipo final durante entre marzo y abril del próximo año. A principios de 2018, el ingenio arrojó resultados positivos durante unas pruebas con militares del Mando de Operaciones Especiales (MOE).
Esta iniciativa forma parte de una serie de proyectos puestos en marcha por el Ejército de Tierra para mejorar el rendimiento de los soldados y facilitar el trabajo a través de la implantación de sistemas derivados de las nuevas tecnologías que surgen en el mercado tanto civil como el militar.
El proyecto, bautizado como Exolimb, consiste en una carcasa construida con una impresora 3D, acoplada a la bota reglamentaria con una goma, que facilita el impulso del combatiente, según explica el Ejército en su boletín mensual.
Tierra detalla que "tiene una doble función: por un lado, optimizar el rendimiento en los gestos de locomoción; y, por otro, prevenir los riesgos de lesión, fomentando la salud de las extremidades inferiores". Esto proporciona un beneficio inmediato al combatiente y ayuda a prevenir lesiones.