El fabricante estadounidense del avión de combate de quinta generación F-35, Lockheed Martin, quiere acelerar las entregas pendientes del modelo en los próximos años, después del parón experimentando entre junio de 2023 y julio de 2024. Durante ese periodo se suspendió el suministro de los aparatos a sus clientes, por retrasos en el avance de la última modernización del F-35, denominada TR-3 (siglas en inglés de Actualización Tecnológica 3). De ese modo, en 2024 la empresa entregó 110 aeronaves, aunque de su fábrica en Fort Worth (Texas) salieron 156 unidades, informa Janes.
El objetivo de la compañía ahora es entregar entre 170 y 190 F-35 este 2025, y conseguir mantener este ratio durante los dos próximos años, de acuerdo con los planes revelados esta semana por el vicepresidente y gerente general del programa F-35 Lightning II de Lockheed Martin, Chauncey McIntos.
La actualización TR-3 supone una serie de mejoras de hardware y software encaminadas a la configuración denominada Block 4, que incluye nuevas capacidades.
Un informe del Pentágono publicado el pasado noviembre concluyó que la fiabilidad, el mantenimiento y la disponibilidad general de la flota de F-35 estadounidenses siguen estando por debajo de las expectativas 18 años después de que volase por primera vez.
Actualmente hay más de 1.100 F-35 operativos en todo el mundo, que en conjunto acaban de rebasar el millón de horas de vuelo. Estos aviones de combate de quinta generación operan desde 33 bases en todo el mundo, incluidas diez naciones que operan en su propio territorio.
400.000 millones
Se calcula que el coste del programa supone 400.000 millones de dólares para el suministro de 2.470 aviones para Estados Unidos, sin contar los cientos de aparatos exportados. Si se tiene en cuenta el gasto necesario para el ciclo de vida previsto de los aparatos americanos la cifra se eleva a los 1,7 billones de dólares.