El ministerio de finanzas de Alemania ha solicitado la aprobación de un crédito de exportación para respaldar la compra de tres submarinos Tipo 209NG por parte de la Armada Argentina. La oferta busca proporcionar condiciones de pago favorables y asegurar la competitividad de Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS) en el mercado sudamericano, superando la propuesta presentada por el astillero francés Naval Group.
Desde Berlín destacan que la promoción de este contrato es una prioridad estratégica para el Gobierno alemán, ya que contribuiría a mantener la presencia de TKMS en la región y consolidaría su posición en el sector de la construcción naval militar. Además, la oferta alemana permitiría a Argentina acceder a un esquema de financiamiento, lo que aliviaría el impacto en el presupuesto de defensa del país.
Si Argentina opta por los submarinos Tipo 209NG, la construcción de las unidades comenzaría en 2026 y la entrega se realizaría a partir de 2034. Este extenso período responde a la complejidad del proceso de fabricación y a las pruebas de mar necesarias para garantizar su operatividad.
Si bien la firma de una carta de intención con Naval Group marcó un avance en la negociación con Francia, la oferta alemana podría modificar el curso de la decisión final. La financiación será un factor determinante en la elección del proveedor, dado que la inversión en nuevas unidades implica un compromiso a largo plazo, no solo en términos presupuestarios, sino también operativos y estratégicos.
El Gobierno argentino deberá definir qué opción se ajusta mejor a sus necesidades operativas y financieras. La decisión no solo impactará la capacidad de defensa del país, sino también sus relaciones con las potencias europeas que compiten por asegurar el contrato.
La urgencia de modernizar la flota submarina argentina
Mientras se evalúan las ofertas de Alemania y Francia, Argentina enfrenta la necesidad de modernizar su flota. Por primera vez en 90 años, el país no tiene submarinos operativos. Desde el hundimiento del ARA San Juan en 2017, ha perdido una capacidad estratégica clave para la defensa de sus aguas jurisdiccionales.
El único submarino restante, el ARA Salta, se encuentra fuera de servicio y es utilizado exclusivamente para entrenamiento en la Base Naval Mar del Plata. Ante esta situación, los submarinistas argentinos reciben instrucción en otras armadas de la región para mantener su capacitación técnica.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Xavier Julián Isaac, y el jefe de la Armada, contraalmirante Carlos María Allievi, han expresado la necesidad de recuperar la capacidad submarina. Sin embargo, cualquier decisión dependerá de la disponibilidad de financiamiento y de la viabilidad de las ofertas presentadas.