La Casa Blanca confirmó el despliegue de 1.500 tropas adicionales en la frontera sur con México, como parte de una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump.
La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, informó sobre la medida este miércoles y aseguró que "forma parte de la acción del primer día para dirigir al Departamento de Defensa a hacer de la seguridad nacional una misión central de la agencia”.
Aún no se han especificado qué unidades serán enviadas, pero el refuerzo inicial responde a las directrices de la nueva administración para fortalecer la seguridad fronteriza. La orden ejecutiva es parte de una serie de acciones implementadas por Trump con el fin de endurecer las políticas migratorias y reforzar la vigilancia en la frontera con México.
Se espera que en los siguientes días el Pentágono brinde más detalles sobre el despliegue y las funciones que desempeñarán las tropas en la zona. Se prevé que el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, firme las órdenes de despliegue. Estas fuerzas activas se unirán a los cerca de 2.500 efectivos de la Guardia Nacional y la Reserva que ya está desplegada en el lugar. Cabe recordar que, durante su primer mandato, Trump ordenó el despliegue de más de 7.000 soldados en Texas, Arizona y California, como respuesta a una caravana de migrantes que se dirigía a la frontera en 2018.
El martes, en otro movimiento vinculado a su política de seguridad nacional, el primer mandatario estadounidense despidió a la comandante de la Guardia Costera, almirante Linda Fagan, y ordenó el envío de más buques y aeronaves al Golfo de México. El despliegue de tropas en servicio activo en la frontera ha generado interrogantes sobre las funciones que desempeñarán.
Hasta ahora, la Ley Posse Comitatus, una norma federal del siglo XIX, prohíbe expresamente a las fuerzas armadas realizar tareas de mantenimiento del orden en suelo estadounidense. Es decir, los soldados no pueden detener ni arrestar a personas en la frontera, a menos que Trump invoque la Ley de Insurrección, que data de 1807 y permitiría que las tropas sean utilizadas en tareas de mantenimiento del orden civil en suelo estadounidense.
El Pentágono aún debe definir los detalles operativos de la misión, incluyendo el número exacto de tropas desplegadas y sus funciones a detalle. Mientras tanto, la administración de Trump sigue avanzando en su plan para endurecer la política migratoria y fortalecer la seguridad fronteriza con medidas que podrían reconfigurar el papel de las fuerzas armadas en territorio estadounidense.
Las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente sugieren que los militares asistirán al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) prestando servicios logísticos como espacio de detención, transporte y otros.