Thales aspira a ser el socio de referencia en tecnología sonar de la Armada

La multinacional Thales explora nuevas oportunidades de colaboración con las Fuerzas Armadas españolas en el marco del nuevo ciclo inversor impulsado por el Ministerio de Defensa. Entre las áreas donde la compañía apuesta por profundizar la relación ya existente se encuentra la tecnología sonar para los buques de la Armada. 

En este ámbito, Thales participa en el programa de la fragata F-110. La empresa firmó un 2019 un contrato con Navantia valorado en más de 165 millones de euros para dotar a las nuevas fragatas con un conjunto de sensores formado por dos sonares Captas 4 y BlueMaster, el sistema acústico digital BlueScan y las comunicaciones submarinas TUUM. En el desarrollo de estos equipos también participa la española SAES a través de la transferencia de tecnología. 

Con este programa como punto de partida, "Thales aspira a ser un socio de referencia en sonar" para la Armada, ha destacado el presidente de la compañía en España, Jesús Sánchez Bargos, en un reciente encuentro con la prensa en Madrid. 

La Armada trabaja para potenciar precisamente en los próximos años sus capacidades antisubmarinas, un ámbito donde el sonar tiene un papel clave. Por poner un ejemplo, los estudios para la actualización de las fragatas F-100 contemplan dotar de sonar a estos buques, tecnología de la que no disponen hoy en día.

El Gobierno también dio luz verde el año pasado a la construcción de dos nuevos BAM con capacidades antisubmarinas, un programa pendiente de formalización, que continúa en fase de negociación, y además la Armada tiene planes para actualizar con nuevos equipos y sistema sus cazaminas de aquí a 2027.

Actualización de las radios PR4G 

Thales trabaja también en España para aumentar las capacidades y alargar la vida de las radios PR4G en servicio en el Ejército de Tierra y la Infantería de Marina. En concreto, la compañía ultima con el Ministerio de Defensa un programa para actualizar entre 5.000 y 6.000 radios de la versión V3, la más moderna, con la forma de onda Geomux con el objetivo principal de asegurar la interoperabilidad con otros ejércitos europeos. La previsión es firmar un primer contrato a finales de este año para introducir esta forma de onda y después un segundo el próximo año.