Las FARC, a través de sus disidencias del Estado Mayor Central (EMC), han iniciado el empleo de drones con cámaras térmicas, armados para atacar al Ejército colombiano (EJC).
En hechos sucedidos el 1 de agosto, unidades del Batallón de Operaciones Terrestre BATOT No.17, detectaron y fueron atacadas por tres drones del tipo DJI Technology Co Mavic 3 Thermal. En la oportunidad, los aparatos arrojaron artefactos explosivos (granadas) sobre una base del Batot 17.
A pesar de la reacción de la unidad, que derribo uno de los drones, algunos soldados resultaron levemente heridos, decomisándose la aeronave y remitiéndose al comando de la división para su análisis y estudio, y para determinar las capacidades de carga y modos de uso.
El empleo de este nuevo medio, que puede ser operado de noche, es una muestra de las capacidades que han venido adquiriendo las estructuras terroristas colombianas (también para acciones de vigilancia, inteligencia y reconocimiento) y que han generado un sin número de ataques con drones comerciales sobre unidades y medios de las Fuerzas Armadas de la nación.