El órgano ejecutivo comunitario ha publicado las Directrices políticas para la próxima Comisión Europea 2024-2029. Se trata de un documento de una treintena de páginas en el que su presidenta, Ursula von der Leyen, expone los planes para los próximos cinco años, para los que acaba de ser reelegida por el nuevo Parlamento Europeo, salido de las últimas elecciones europeas. Von der Leyen aboga por “una nueva era para la defensa y la seguridad europeas”, en un contexto en el que “todas las ilusiones quedaron destrozadas por la guerra de agresión de Putin”, y cita “los repugnantes y despiadados ataques contra hospitales infantiles, infraestructuras energéticas y otros objetivos civiles” como muestra de la crueldad del mandatario ruso. Entre las tareas a las que se compromete, Von der Leyen cita “aunar nuestros recursos y contrarrestar las amenazas comunes a través de proyectos emblemáticos de la Unión Europea de Defensa”, y apunta a comenzar la tarea con el desarrollo de un escudo aéreo europeo y el fortalecimiento de la ciberdefensa.
En primer lugar alude a que “la mejor inversión en seguridad europea es invertir en la seguridad de Ucrania”. Y, por tanto, “el apoyo financiero, político y militar de Europa debe mantenerse durante el tiempo que sea necesario”. En las circunstancias actuales, precisa, “no podemos correr el riesgo de no estar preparados o ser demasiado dependientes”, en alusión a la industria militar del viejo continente.
Von der Leyen advierte de la “subinversión crónica y falta de gasto eficiente en nuestras capacidades militares”. Y pone en perspectiva esta frase apuntando que el gasto en conjunto en defensa de la UE entre 2019 y 2021 se incrementó un 20%, mientras que el de Rusia creció casi un 300% en el mismo periodo, y el de China cerca de un 600%. Además, “nuestro gasto es demasiado inconexo, dispar y no es suficientemente europeo”. De ahí que en los próximos cinco años “nuestro trabajo se enfocará en construir una verdadera unión europea de la defensa”.
Un comisario específico
La líder comunitaria aclara que estos planes salvaguardan que los Estados miembros conserven la responsabilidad sobre sus propias tropas, desde la doctrina al despliegue, “pero hay mucho que Europa pueda hacer para apoyar y coordinar esfuerzos encaminados a fortalecer la base industrial de la defensa, la innovación y el mercado único”. Con este objetivo Von der Leyen sitúa su compromiso para nombrar un comisario específico de Defensa, “que trabajará estrechamente con el próximo alto representante/vipresidente”. Sus planes en esta línea incluyen la presentación de un Libro Blanco sobre el futuro de la economía europea de defensa en los primeros cien días del nuevo mandato.
En todo caso, el fortalecimiento de la defensa europea y su afán por dejar de depender de otros, en una velada mención a Estados Unidos, no supone una debilitación de los lazos con la Alianza Atlántica. Al contrario: “Un elemento central de esta tarea será el fortalecimiento de la asociación UE-OTAN”, para enfrentar unas amenazas entre las que cita “los nuevos peligros vinculados a la cibernética, la [guerra] híbrida o la espacial”.
“Gastar más, mejor y juntos”
“En una era de rearme, la primera prioridad es aumentar significativamente la inversión”, incide. Von der Leyen reconoce avances, pero critica que los presupuestos de defensa todavía se destinan predominantemente a nivel nacional, y encima, “la gran mayoría de las adquisiciones de defensa por parte de los Estados miembros todavía se realizan desde fuera de Europa”. Así que, resume, “necesitamos gastar más, gastar mejor, gastar juntos”. Su plan incluye reforzar el Fondo Europeo de Defensa, invirtiendo en lo que denomina capacidades de alto nivel “en áreas críticas como el combate naval, terrestre, aéreo, la alerta temprana espacial y la cibernética”.
La segunda tarea, señala, es invertir más en nuestra industria de defensa. En este marco, “reforzaremos el Programa Europeo de la Industria de Defensa para incentivar la contratación común con el objetivo de abordar las brechas de capacidad más críticas de la UE. Crearemos un verdadero ‘Mercado Único’ para productos y servicios de defensa, mejorando la capacidad de producción y fomentando la adquisición conjunta”.
“Todas las herramientas a nuestra disposición”
En la tercera tarea es en la que señala “aunar nuestros recursos y contrarrestar las amenazas comunes a través de proyectos emblemáticos de la Unión Europea de Defensa”, y propone encarar este plan “comenzando por un escudo aéreo europeo y la ciberdefensa”. La presidenta pretende utilizar “todas las herramientas a nuestra disposición (tanto regulatorias como financieras) para garantizar que se diseñen, construyan y desplieguen en suelo europeo lo más rápido posible”. En este punto destaca la necesidad de inversión, comenzando por “incentivar la inversión privada en defensa”, para lo que plantea trabajar “con el Banco Europeo de Inversiones para que pueda ayudar a financiar y reducir el riesgo de proyectos de defensa comunes y de innovación en materia de defensa”. Todo esto requiere de una inversión europea en el próximo marco financiero plurianual, reconoce, “pero también haremos propuestas para las necesidades urgentes de inversión en defensa”.