Varsovia quiere formar parte del grupo de socios del gigante aeroespacial y de defensa Airbus, integrado actualmente por Francia, Alemania y España. El primer ministro polaco, Donald Tusk, busca participar en la compañía en el actual contexto de tensiones frente a Rusia, sobre todo desde que Moscú atacase Ucrania hace tres años, y con el desencuentro estadounidense frente a Europa de fondo.
Con este movimiento, Polonia trata de incrementar su peso en el sector europeo tras años en las que sus adquisiciones militares se han enfocado sobre todo hacia el mercado norteamericano. El periódico francés Le Monde revela este extremo en una pieza informativa en la que apunta a la posibilidad de que el consejero delegado (CEO) del grupo Airbus, Guillaume Faury, vaya en breve a Varsovia, mientras espera un buen pedido del país, al tiempo que recuerda que hasta ahora sus preferencias han sido armarse con material estadounidense.
Actualmente, Airbus ya emplea a 800 personas en cuatro instalaciones ubicadas en Polonia. El objetivo ahora es incorporarse al capital del grupo europeo, del que forman parte sus tres socios fundadores: Francia, con un 10,38% de participación, Alemania, con el 10,82%, y, en menor medida, España, propietaria del 4,1%.
El semanario francés La Tribune, que se hace eco de la información, explica que Airbus no tiene previsto tratar con Polonia sobre este asunto, de modo que Varsovia deberá de adquirir acciones en el mercado para poder formar parte del capital de la compañía y no tendrá los mismos derechos que los países fundadores.
Según Le Monde, el primer ministro polaco Donald Tusk vería a Polonia ingresando a la capital del grupo europeo junto con los tres países fundadores que son Francia (10.83%), Alemania (10.82%) y España (4.1%). Sin embargo, Airbus aún no tiene previsto una negociación con Varsovia. Si Polonia quiere ingresar a la capital del gigante europeo, tendrá que comprar acciones en el mercado, pero sin un derecho particular.
“Bofetada monumental”
La fuente recuerda la “bofetada monumental” que Polonia dio a Airbus cuando en 2016 canceló el acuerdo previo de compra a Airbus de medio centenar de helicópteros H225M Caracal, después de que este modelo se impusiese a sus competidores en un concurso previo. El Gobierno polaco, formado en aquel momento por el Partido Conservador, tomó esta decisión que truncó los planes de la empresa de “contribuir a la creación de una industria aeroespacial competitiva en este país”, de acuerdo a las afirmaciones que por entonces hizo el CEO que lideraba la empresa, Tom Enders.
Tras este varapalo, Airbus continuó negociando revertir el proceso y suministrar los helicópteros inicialmente comprometido, pero Varsovia se inclinó por derivar sus compras hacia Estados Unidos y posteriormente también ha adquirido aeronaves a la firma italiana Leonardo.