El poderoso sistema de defensa que ha actuado este fin de semana en Israel para hacer frente a las decenas de drones y misiles que Irán ha lanzado (se estima que unos 300 en total) contra su territorio va más allá de la conocida Cúpula de Hierro. Esta es, de hecho, la última capa de un complejo sistema dividido básicamente en tres líneas de defensa contra amenazas aéreas, y que se completan con la denominada Honda de David, concebida contra misiles de medio alcance, y el AWS (Sistema de Armas Flecha, traducido del inglés), encargado de interceptar misiles balísticos de largo alcance. Todas ellas se han activado en un ataque que llega de suelo iraní, pero también desde Irak, Siria y Yemen, donde operan milicias aliadas del régimen de los ayatolás.
La famosa Iron Dome, como es conocida por su denominación en inglés, es la que más suena de las tres capas por tratarse de un recurso activado con cierta frecuencia, en concreto cada vez que Hamás ha lanzado cohetes desde Gaza, como ocurrió el pasado 7 de octubre. Ese día, la Cúpula de Hierro fue sometida a su mayor desafío desde que entró en servicio, hace más de 12 años. Solo en una jornada tuvo que hacer frente a al menos 2.000 cohetes, y en apenas dos semanas la suma ascendió a 7.000.
El rango de actuación del Iron Dome cubre amenazas, en forma de aeronaves o misiles, lanzadas desde distancias que oscilan entre los 4 y los 70 kilómetros. De ahí que sea el recurso que se emplea frecuentemente para hacer frente a las agresiones más próximas. Sin embargo, las fronteras de Irán se encuentran a casi 2.000 kilómetros de Israel. Para tratar de abatir los misiles y drones mucho antes del área en el que la Cúpula de Hierro puede actuar, Israel cuenta con el AWS, conformado por los misiles Arrow, que componen un desarrollo que arrancó a finales de la década de 1980.
Los Arrow, del Arrow Weapon System (AWS), son proyectiles diseñados para interceptar misiles balísticos, que son los empleados para golpear objetivos a grandes distancias, y que por ello han sido los más empleados por Irán en el ataque del fin de semana (se estima que lanzó más de 120). Esta arma está pensaba por Israel precisamente para hacer frente a los misiles iraníes, junto a la potencial amenaza siria. Es un desarrollo de la compañía Industrias Aeroespaciales de Israel (IA), en colaboración con la estadounidense Boeing.
La última versión disponible de este sistema antimisiles de alto alcance, el Arrow 3, ha sido adquirida recientemente por Alemania, en un acuerdo estimado en 3.500 millones de defensa, para enfrentar las crecientes tensiones frente a Rusia, a raíz del conflicto en Ucrania agudizado en febrero de 2022.
La siguiente capa de defensa de este complejo está protagonizada por David´s Sling (Honda de David), destinada a dar cuenta de los misiles y aeronaves a medio alcance, en concreto los disparados entre aproximadamente los 50 y los 300 kilómetros. Compone, por tanto, una segunda línea de defensa, que en el caso del ataque de Irán entra en acción contra las amenazas no interceptadas por el AWS: drones, misiles balísticos y de crucero en un rango más próximo.
La Honda de David es un desarrollo de la compañía Israelí Rafael Advanced Defense Systems y la estadounidense Raytheon que se encuentra operativo desde hace ahora siete años.
Suiza incluyó este sistema Honda de David entre los tres preseleccionados a los que solicitó hace un lustro ofertas para optar a su nuevo sistema antimisiles (los otros dos eran el sistema SAMP/T, del consorcio francoitaliano Eurosam, y el Patriot, de la estadounidense Raytheon). El fabricante de este desarrollo, Rafael, no participó finalmente en las pruebas suizas de evaluación para elegir al ganador, que resultó ser el Patriot, con el que también cuenta Israel.
La última línea es la famosa Cúpula de Hierro, desarrollada también por Rafael. Básicamente, consiste en una serie de baterías, cada una con tres o cuatro lanzadores y 20 misiles acompañados de un radar que detecta los cohetes de corto alcance que conforman la amenaza. Cada misil lanzado para abatirla tiene un coste de entre 40.000 y 50.000 dólares. Tras el enorme gasto que representa por tanto su funcionamiento se encuentra la ayuda estadounidense, que ha colaborado en los costes de su desarrollo y en la reposición de existencias en momentos de conflicto.
Para abaratar ese coste de uso de la Cúpula de Hierro (cada uno de sus misiles es mucho más caro que el objetivo que abate), las autoridades israelíes anunciaron en 2022 el despliegue acelerado de unos nuevos interceptores basados en tecnología de energía dirigida láser. De esta manera se busca reducir los altos costes que actualmente supone el Iron Dome, al que pretende inicialmente complementar, y en el que se emplean misiles para abatir amenazas aéreas, como cohetes y drones empleados masivamente.
La empresa, Rafael, explica que el sistema láser Iron Beam, como ha sido bautizada esta versión láser,está preparado para derribar objetivos como vehículos aéreos no tripulados (UAV), cohetes y morteros por un coste que sus desarrolladores estiman en 3,5 dólares por disparo.
El Rayo de Hierro (esta es su denominación en castellano) del que ya se ha documentado su capacidad para interceptar distintas amenazas, está en camino de convertirse en el primer sistema operativo de defensa basado en láser que intercepta de manera efectiva un amplio espectro de amenazas”, incluidos enjambres de mini-UAV (mini vehículos aéreos no tripulados), “con una precisión milimétrica desde un rango de unos pocos cientos de metros hasta varias millas”, según sus responsables.
Ayuda de otros países
Junto a los sistemas descritos, Israel también ha defendido su territorio este fin de semana con el trabajo de decenas de aviones que han volado para interceptar los drones (básicamente los empleados también por Rusia Shahed 136, de 3,5 metros de largo y 200 kilos de peso) y misiles lanzados contra el país. Además, Estados Unidos, Reino Unido, Jordania y Arabia Saudí han utilizado medios propios para abatir algunas de las amenazas con las que Irán ha respondido al asesinato hace dos semanas de 13 personas, incluidos altos mandos de su Guardia Revolucionaria, al consulado iraní en Damasco (Siria), atribuido a Israel.