En un informe de ciento cuarenta y cinco páginas, el Congreso de Estados Unidos definió lo que considera debe ser la “postura estratégica” de la nación. Fue dado a conocer el 13 de octubre, y si bien fue presentado por el Congreso, su elaboración estuvo a cargo de expertos en defensa, ex legisladores y contribuciones de reconocidos thinks tanks, transformándose así en documento del propio congreso.
Entre ellos se destaca el Instituto de Defensa y Análisis (IDA) creado en 1956, para proporcionar análisis y asesoramiento técnico en asuntos de seguridad nacional y defensa.
La Comisión sobre Postura Estratégica fue establecida por el Congreso de Estados Unidos en 2022 y está compuesta por seis demócratas y seis republicanos encargados de evaluar las amenazas a largo plazo a Estados Unidos y recomendar cambios en las fuerzas nucleares y convencionales de Estados Unidos. La Comisión toma las estimaciones del Pentágono como punto de partida de su análisis, que ve en China un adversario capaz de enfrentar a Estados Unidos en 2035, plazo que se dieron los chinos para la modernización del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Si bien no es un documento del gobierno ejecutivo de Estados Unidos, su análisis vale la pena en tanto que expresa las recomendaciones a seguir en política exterior y defensa. No es un informe del Pentágono, sino un informe en clave política que llega a determinadas recomendaciones en la materia. Por su importancia, citaremos textual las partes clave. En sus puntos centrales, es la primera vez que una institución del gobierno reconoce públicamente que su país se está preparando “para posibles guerras simultáneas con Rusia y China” y que por tanto debe ampliar su poder militar, particularmente su "programa de modernización de armas nucleares". Posibilidad que ya se había insinuado en la nueva doctrina de la OTAN (la revisión estratégica) publicada el año pasado.
A partir de allí surge el otro gran problema, la financiación, que debe pasar por el presupuesto que vota el congreso. Si bien el Presidente Biden sostuvo que el actual arsenal nuclear es suficiente y que la composición del arsenal "aún supera lo necesario para poner en riesgo un número suficiente de objetivos enemigos con el fin de disuadir un ataque nuclear “, los integrantes de la comisión en la voz de su presidenta Madelyn Creedon declararon necesarias nuevas inversiones en defensa, en particular en materia nuclear: "reconocemos las realidades presupuestarias, pero también creemos que la nación debe hacer estas inversiones".
A su vez, durante una rueda de prensa para presentar el informe, el vicepresidente de la comisión, el ex senador republicano Jon Kyl, afirmó que el presidente y el Congreso deben "explicar al pueblo estadounidense" que un aumento del gasto en defensa es un pequeño precio a pagar "para, con suerte, prevenir" una posible guerra nuclear que involucre a Estados Unidos, China y Rusia. "Estados Unidos y sus aliados deben estar preparados para disuadir y derrotar simultáneamente a ambos adversarios", dado que ve en juego “el orden internacional liderado por Estados Unidos”.
Y para que no queden dudas, en el informe se sostiene que el programa de modernización de armas nucleares que comenzó en 2010, y que según una estimación de 2017 costará alrededor de 400 mil millones de dólares para 2046, debe financiarse en su totalidad para mejorar todas las ojivas, los sistemas vectores de armas nucleares, las ojivas atómicas y la infraestructura.
El documento
La estructura lógica del informe se compone de:
I. Una apreciación del entorno de seguridad, describe su evolución en las últimas décadas y resalta los factores clave del entorno actual
II. Las apuestas estratégicas que este país debe implementar a través de su liderazgo junto con sus socios y aliados, notablemente la OTAN y los aliados extra OTAN, pero también utilizando la amplia red de pactos y alianzas a nivel global, remarcando los puntos de confrontación y competencia que es necesario abordar.
III. La definición de las amenazas previstas para el período 2027-2035, la definición de la estrategia, y de la postura estratégica y, en base a ello, estimar las capacidades nucleares y no nucleares que se deberán desarrollar conjuntamente con varias medidas diplomáticas que complementan dicha estrategia.
Apreciación de la situación
El informe comienza señalando que se basa en información proporcionada por agencias de inteligencia a fin de dar una idea exacta de la situación. Seguramente las mismas que dieron la información que había armas atómicas en Iraq y provocaron la invasión, cosa que después se demostró falsa. También, como dijimos, se tomó información de varios thinks-tanks. Sobre la base de esa información es que efectuaron las evaluaciones, que llegaron a la conclusión que “Estados Unidos, como nación, debe prepararse con urgencia para afrontar esta nueva realidad y tomar medidas inmediatas para abordar las nuevas amenazas.”
Los Estados Unidos ven hoy en China un adversario capaz de disputarle la hegemonía a nivel global. En la nueva estrategia de la OTAN, es definida como amenaza. Por ello considera que “los comportamientos cada vez más preocupantes y agresivos de Rusia y China a lo largo de la última década llevaron a la solicitud de una revisión de la postura estratégica de Estados Unidos” considerando los aspectos de política, estrategia y la configuración de las fuerzas de armas nucleares y no nucleares.
Para enfrentar la situación, se considera esencial que se adopte “un enfoque equilibrado que integre tanto los aspectos militares como los políticos del poder nacional de manera integral para abordar y reducir los riesgos relacionados con armas nucleares.”
La definición de los adversarios
El informe dedica atención a China y Rusia por separado y también en forma conjunta, dado que considera que en conjunto desafían “los valores occidentales” “China y Rusia buscan remodelar el orden internacional para que refleje más sus objetivos e intereses percibidos y sea más tolerante con sus sistemas de gobierno, desafiando las normas occidentales”. El análisis percibe una alianza puntual, en base a intereses mutuos coyunturales; sin embargo advierten que es probable que esa alianza se estreche, “ampliando la colaboración militar a través de transferencias de equipos, entrenamiento y ejercicios conjuntos”.
Respecto de China estima que “persigue sus objetivos revisionistas y reorienta su enfoque nuclear hacia una rivalidad estratégica con Estados Unidos debido a la percepción de que sus capacidades actuales son insuficientes.” Tanto en el congreso del Partido como en sus últimos discursos, el Ejército Popular es una de las preocupaciones de Xi y el gobierno chino. Tan así que, dentro de las directrices del XIV plan quinquenal, definieron un plan de modernización con el que esperan “alcanzar a Estados Unidos en 2035” y “acelerar la construcción de un sistema logístico militar moderno así como la modernización del armamento y los equipos profundizando la reforma de la defensa nacional y del Ejército.” El año pasado, el secretario Blinken declaró que China constituye “el desafío más serio a largo plazo para el orden internacional”, asegurando que es “el único país que tiene tanto la intención como el poder para remodelar el orden internacional”. En consonancia, el informe estima que China “no muestra interés en entablar negociaciones relacionadas con la reducción de riesgos o en acuerdos de control de armas que puedan limitar de alguna manera sus planes y no aceptará negociaciones que disminuyan sus ventajas”. Por lo tanto ven “probable que una mayor confianza en sus fuerzas nucleares refuerce la determinación de China, aumente la intensidad de los conflictos convencionales en su región de influencia y se incremente el riesgo de errores de cálculo.”
Respecto de Rusia, estima que aunque su economía no tiene la envergadura de la china y por tanto no posee su capacidad, “continúa manteniendo el arsenal de armas nucleares más grande del mundo y sigue expandiendo y modernizando sus capacidades nucleares.” considerándolas la última garantía de la Federación Rusa. Sacando lecciones del conflicto con Ucrania, anotan que se ha recurrido a la amenaza de armas nucleares si llegaran a ser necesarias en una posible confrontación con Estados Unidos y la OTAN, aunque también es cierto que la OTAN no descartó su uso en determinadas situaciones. Un juego muy peligroso dado el poder destructivo de las armas nucleares.
En la segunda parte analizaremos la estrategia propuesta para la actual situación, así como lo que se considera el desarrollo de las capacidades necesarias, incluyendo expresamente la opción nuclear.