El Ejército de Tierra volverá a tener lanzacohetes, más de una década después de la retirada del sistema Teruel. El Ministerio de Defensa acaba de adjudicar a una unión temporal de empresas formada Escribano Mechanical & Engineering y Rheinmetall Expal Munitions el suministro del conocido como Sistema Lanzacohetes de Alta Movilidad (Silam) por un importe próximo a los 700 millones de euros.
El sistema elegido es el PULS, un lanzacohetes diseñado por la israelí Elbit Systems. El programa contempla la transferencia de tecnología para la fabricación tanto de lanzacohetes como de munición en España. No ha habido sorpresas en la adjudicación, publicada el pasado 15 de diciembre en la Plataforma de Contratación. El contrato ha sido para la oferta que ocupaba la primera posición en todas las quinielas. El propio Ejército de Tierra había dejado claro también su apuesta por esta propuesta. La última vez, en la feria Feindef en mayo en la presentación en sociedad en España del sistema PULS.
El programa incluye el suministro inicial de doce lanzadores, es decir, un grupo de artillería, como adelantó Infodefensa.com, junto con un paquete inicial de munición con un alcance de hasta 300 kilómetros. A esto hay que sumar los siguientes equipos y sistemas: un vehículo lanzador demostrador; 12 vehículos de municionamiento con grúa; dos vehículos de recuperación, seis vehículos de alta movilidad de reconocimiento; diez vehículos de puesto de mando de diferente tipo; apoyo logístico inicial; medios de instrucción, adiestramiento y simulación; y plataforma lanzacohetes para pruebas y validación de las municiones.
En el apartado de munición, el Ministerio de Defensa contempla la compra de un lote inicial de 680 cohetes. En concreto, el programa recoge la adquisición de 288 cohetes guiados con alcance de 35 km (144 de fragmentación y otros 144 de penetración), más 16 pod de lanzamiento; 112 cohetes guiados de hasta 150 km (56 de fragmentación y 56 de penetración, y 28 pod; 64 cohetes de hasta 300 km (32 de fragmentación y 32 de penetración), más 32 pod; y 216 cohetes de entrenamiento con alcance de entre 7 y 15 km.
Radares y drones
Junto con los lanzacohetes y la munición, el Ministerio de Defensa prevé la compra de una serie de sistemas asociados para la localización e identificación de objetivos entre los que destacan radares multifunción y drones tácticos de altas prestaciones. Asimismo, el programa contempla el suministro de munición loitering.
Las entregas de lanzadores y de los cohetes de entrenamiento comenzarán en 2024 y la munición real llegará a partir de 2025. El Ejército de Tierra recibirá en 2028 los últimos lotes de cohetes, de acuerdo con el calendario previsto.
Plan industrial
El plan industrial contempla la fabricación por parte de Escribano de los elementos mecánicos, la hidráulica y la electrónica del lanzador, pods y estabilizadores, así como la integración de sistemas blindados, sus estaciones de armas remotas y kits de munición guiada. Mientras, Expal estará al frente del desarrollo de los cohetes.
También participarán otras empresas españolas como GMV que trabajará en la integración del nuevo sistema lanzacohetes en el sistema de mando y control de artillería Talos del Ejército de Tierra o Iveco España que pondrá la plataforma, en este caso, un camión 8x8, en principio. Además, está previsto involucrar a otras compañías como el consorcio misilístico SMS.
El contrato tiene un presupuesto de casi 700 millones de euros, impuestos incluidos (697.503.425 euros). La licitación ha sido gestionada por la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), encargada de las grandes compras del Ministerio de Defensa, mediante procedimiento negociado con publicidad. Defensa detalla que la UTE Escribano-Expal "es la única empresa capacitada técnicamente para el desarrollo del proyecto desde el punto de vista técnico y se han negociado mejoras de interés para la administración".
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