La Armada ha adjudicado a la empresa noruega Kongsberg Defence & Aerospace un contrato valorado en 305 millones de euros para el suministro de misiles antibuque NSM (Naval Strike Missile). Estos misiles equiparán a las futuras fragatas F-110, en construcción en el astillero de Navantia en Ferrol, y también previsiblemente a las fragatas F-100 en servicio, tras la actualización de media vida.
El contrato ha sido firmado a través de la Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA), según confirma en un comunicado el fabricante. Kongsberg también abre la puerta a su empleo en otros buques. La Armada ya ha encargado a Navantia un estudio para la integración del misil NSM en los nuevos submarinos S-80.
El Gobierno español aprobó hace un año la compra de misiles NSM por 125 millones y, recientemente, el pasado mes de noviembre, dio luz verde a un segundo pedido por 180 millones. La suma de ambos contratos coincide con el importe anunciado por Kongsberg.
La Armada ha elegido este misil, con un alcance próximo a los 200 km, para sustituir a los misiles antibuque Harpoon en servicio, que serán retirados en torno a 2030, de acuerdo con los planes actuales. El misil noruego también ha sido elegido recientemente por otros países europeos como Reino Unido, Países Bajos y, más recientemente, Polonia.
Plan industrial
Kongsberg además ha anunciado la firma de un acuerdo de colaboración con la Dirección General de Armamento y Material (Digam) para desarrollar un plan industrial que maximice la cooperación e implicación de la industria española en el programa NSM.
El acuerdo contempla, entre otros puntos, el mantenimiento de misiles en la base naval de Rota (Cádiz). Entre las empresas españolas que podrían participar están Sener, el consorcio misilístico SMS y Navantia.
"Esto incluye la posibilidad de formar parte de la cadena de suministro global de misiles y una propuesta para el establecimiento de una capacidad de mantenimiento del ciclo de vida completo para NSM en la base naval de Rota, en coordinación con la industria local", explica la empresa.
Capacidad de ataque a tierra
Con este misil, las fragatas de la Armada obtendrán además la capacidad de realizar ataques selectivos a objetivos en tierra. El NSM cuenta con un sistema de navegación con GPS militar y un altímetro láser que le permiten sobrevolar tierra haciendo lo que se conoce como Comparación de Terreno. En este modo, adquiere el blanco con el mismo sistema de identificación por imágenes que emplea contra buques.
Se trata de un misil de última generación y una velocidad de 0,9 Mach. El NSM selecciona su objetivo mediante un novedoso sistema de identificación inteligente de imágenes infrarrojas que emplea unas sofisticadas cámaras y procesa las imágenes con un complejo algoritmo de reconocimiento del objetivo.
Este sistema le permite discriminar al blanco deseado entre otros buques o señuelos y sortear cualquier obstáculo que se encuentre en su trayectoria, lo que evita impactos ciegos o adquisiciones de blancos no deseados, cuestión de vital importancia, resalta la Armada, en un arma del tipo “dispara y olvida” como son los misiles antibuque.
Su fuselaje, con diseño furtivo y materiales que absorben la radiación, junto con su perfil de vuelo roza olas, hacen de este misil un blanco muy difícil de detectar y neutralizar. Destaca también su capacidad de generar daños en el objetivo gracias a una cabeza de combate de alto explosivo revestida con una carcasa de titanio y una espoleta de última generación configurable según el nivel de penetración en función del blindaje y los daños deseados en el blanco.