Noruega sumará a los 61 cazas F-16 comprometidos para Ucrania otras cinco o diez unidades más

En una réplica a lo que ocurrió a partir de finales de enero, cuando Alemania dio luz verde al suministro de carros de combate Leopard 2 a Ucrania, distintos países van sumando anuncios de envíos de cazas F-16 a Kiev tras la venia que hace unos días ha concedido Estados Unidos, como fabricante de los aviones. Ahora es Noruega la que, a través de su primer ministro, Jonas Gahr Store, ha revelado que entregará aparatos de este modelo a las fuerzas ucranianas.

El anuncio, realizado tras una reunión de Ghar Store con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no incluye el número de aeronaves concreto, aunque la cadena pública local Norsk Rikskringkasting (NRK)lo cifra entre cinco y diez unidades, según sus fuentes. De este modo, Kiev ya tiene comprometidos al menos 66 F-16, con los 42 que el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, ha acordado que suministrará al país en guerra, y los 19 que el Consejo de Política Exterior danés ha respaldado que su Gobierno envíe de forma gradual a Ucrania.

El presidente ucraniano espera recibir más F-16 de los conocidos hasta el momento. “Solo es el principio”, valoró al trasladar el acuerdo al que llegó con Rutte sobre las 42 unidades neerlandesas. En todo caso, se estima que aún deberán pasar 18 meses para que los cazas F-16 que reciba Ucrania puedan entrar en combate en su defensa.

Sustituidos por F-35

Los F-16 son un arma muy demandada por las autoridades ucranianas, por lo que Zelensky calificó la noticia de la autorización norteamericana de “decisión histórica”, la misma expresión que ha empleado ahora sobre el anuncio noruego de enviarle también algunas unidades de este modelo del que el país nórdico cuenta con 57 aparatos, aunque 32 ya los ha comprometido para Rumanía. La Fuerza Aérea noruega se está dotando ahora con F-35, igualmente de origen estadounidense, al igual que Dinamarca y Países Bajos, que también ponen a disposición de Ucrania aviones F-16 que está sustituyendo por los aparatos de quinta generación de Lockheed Martin.

Dinamarca y Países Bajos lideran los esfuerzos de una coalición de once países configurada para facilitar que Ucrania pueda operar con los F-16. Con ellos, el país podría incrementar su poder militar como no lo ha hecho hasta ahora con ninguno de los equipos que ha recibido, ya que le podría permitir incluso obtener una superioridad aérea para culminar una contraofensiva decisiva, aunque para eso tendría que contar con un número de aeronaves que tampoco es factible que alcance.