El jefe de gabinete de ministros y ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, en su informe de gestión 137° ante la Cámara de Diputados, comentó que en el transcurso de 2023 se espera que lleguen las ofertas finales de Naval Group y ThyssenKrupp para la adquisición de tres nuevos submarinos.
Tanto la oferta francesa por los Scorpène, como la alemana por los Tipo 209NG contemplan la entrega de materiales y equipos que se construirán en Argentina, en el astillero Tandanor, e incluiría transferencia de tecnología.
Rossi afirmó que la prioridad es la incorporación de nuevos submarinos. Una vez hecho, se evaluará si se realiza alguna negociación con Brasil. Cabe recordar que desde 2019 se habla de una posible transferencia de los submarinos de la clase Tupi /Tipo 209 de la Marinha do Brasil.
Scorpène Foto: Naval Group
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, declaró a principios de año que le gustaría definir un precontrato para la compra de submarinos. Durante su gira europea del año pasado, el ministro visitó el astillero de Naval Group en Cherbourg para conocer en detalle la producción de submarinos y analizar junto a un equipo de especialistas las capacidades del Scorpène. Recorrió el taller de fabricación de cascos y estructuras de submarinos y el taller de montaje e integración de los mismos.
Posteriormente, recorrió el astillero de la firma Thyssenkrupp, situado en la ciudad de Kiel, al norte de Alemania, donde observó la línea de producción de los submarinos y se informó sobre los avances tecnológicos en esos sistemas de armas. A lo largo de la gira, además de analizar las capacidades de los distintos modelos y los diversos avances tecnológicos, se tocó el crucial tema de la financiación.
En su reciente paso por Brasil, Taiana, junto al jefe de la Armada, el almirante Julio Guardia y autoridades de Tadanor, recorrieron el astillero Itaguaí Construcciones Navales, donde se construyen submarinos brasileños de la clase Scorpène.
Por primera vez en casi 90 años, el arma submarina argentina no cuenta con embarcaciones operativas y, aunque llegase a concretarse un precontrato, no es una cuestión que vaya a resolverse en el corto plazo. Para no perder totalmente la capacidad, los submarinistas argentinos se entrenan junto a otras armadas latinoamericanas utilizando el ARA Salta como simulador.