Colombia, con su titular de la defensa a la cabeza, Iván Velásquez, ha recibido sus tres lanchas Boston Whaler 25F, en un acto presidido por el ministro de defensa venezolano, Padrino López, cuyo país las tenía retenidas desde 2020.
Esta entrega tiene una historia que comienza cuando los botes, empleados por la Infantería de Marina en operaciones de vigilancia y patrullaje, se soltaron de madrugada y fueron llevados por la fuerte corriente adentrándose en aguas venezolanas, antes de que las unidades de la Fuerza Naval del Oriente de la Armada colombiana (ARC) pudieran recuperarlos.
La ARC se puso en contacto con el Puesto Naval Venezolano de Puerto Páez, para comunicarles los hechos. La unidad respondió que procederían a su búsqueda y posterior entrega. Pasadas algunas horas, la Armada venezolana informó a la ARC de la ubicación y resguardo de los botes y de su entrega, una vez fuera autorizada por el mando superior. Sin embargo, finalmente no sucedió, debido sobre todo a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones en ese momento.
Pero en recientes encuentros entre López y Velásquez, los dos ministros lograron un acuerdo en este punto y el pasado jueves 11 de mayo se llevó a cabo la ceremonia protocolaria de devolución de las embarcaciones, armamentos y aparejos.
Acto de devolución de los armamentos aparejos. Foto: Erich Saumeth
Las características de las Boston Whaler
La ARC despliega este tipo de botes por medio de sus Elementos de Combate Fluvial Pesado (ECFP), equipados con 25F, y armados cada uno de ellos con una ametralladora pesada Browning M-2HQC QCB de 12.7x99 milímetros, cuatro ametralladoras FN Herstal M-249 de 5.56x45 milímetros o cuatro ametralladoras US Ordnance M-60 de 7.62x51 mm, como en el caso de los retenidos por Venezuela.
Cada uno de estos botes cuenta con una tripulación de seis hombres, pudiendo transportar hasta cinco comandos de infantes de marina, que en formación de cuña se despliegan en desarrollo de operaciones contrainsurgentes y antinarcóticos.
Cabe destacar además que las 25F son empleadas también como cañoneras fluviales, gracias a su notable poder de fuego, que les permiten apoyar operaciones en tierra de los Batallones de Operaciones Terrestres (Batot) del Ejército colombiano.