El Ejército de Tierra pondrá en marcha muy pronto el programa más importante de adquisición de todoterrenos ligeros de las últimas décadas. El nuevo vehículo ya tiene denominación, VMTT, siglas de Vehículo Militar Todoterreno Táctico. El importe del contrato de partida asciende a los 217 millones de euros (con impuestos), pero el valor estimado es muy superior, 315 millones, al incluir posibles prórrogas. Con estas cifras, las primeras estimaciones indican que podrían comprarse fácilmente más de 3.000 nuevos vehículos, si bien todo dependerá al final del modelo elegido, las versiones incluidas y de extras como el apoyo logístico.
El objetivo, o más bien el desafío, es sustituir a los vehículos Aníbal adquiridos a la extinta Santana a principios de este siglo que nunca llegaron a cumplir realmente con las necesidades del Ejército. Se calcula que todavía quedan en servicio en torno a 2.000 vehículos de este modelo destinados principalmente al transporte en el interior de los acuartelamientos y para trayectos por carretera. El contrato también busca de paso retirar varios modelos de vehículos Nissan muy veteranos que todavía siguen operativos.
El Ejército de Tierra abrirá en principio la licitación este mismo mes de abril. A partir de entonces, las empresas interesadas podrán conocer los requisitos establecidos -si bien los pliegos ya son públicos- y presentar sus ofertas. Todo el proceso de compra será gestionado a través del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) mediante procedimiento negociado con publicidad, lo que permite invitar directamente a determinados fabricantes. Por lo tanto, todo apunta a que el Ejército ya ha hecho una primera exploración de las opciones que existen.
Tierra tiene básicamente dos opciones: apostar por un vehículo militar o acudir al mercado civil y buscar una plataforma comercial adaptada eso sí a los requisitos del Ejército.
En el primer caso, la empresa que aparece en todas las quinielas y la principal candidata es la gallega Urovesa. La compañía ya participó en el concurso que al final, con polémica incluida, acabó ganando el Aníbal Santana. Las Fuerzas Armadas conocen muy bien los vehículos de Urovesa, algo que juega a su favor. La empresa con sede en Valga (Pontevedra) ha ganado con su Vehículo de Alta Movilidad Táctica (Vamtac) los últimos grandes contratos de todoterrenos blindados -en 2013 y 2019- abiertos por el Ministerio de Defensa.
La apuesta de la compañía para el programa VMTT, y prácticamente la única opción 100% española, es el Vamtac LTV, una versión ligera del Vamtac ST5 que actualmente suministra a las Fuerzas Armadas. Esta plataforma cuenta con una capacidad de carga de alrededor de una tonelada -frente a las 1,5 del ST5- y menor blindaje que su 'hermano mayor'. Urovesa ya ha conseguido vender el LTV fuera de España en países como el vecino Marruecos, Ghana, Indonesia o Angola. Hace pocas semanas, la empresa mostró esta versión en la feria IDEX de Emiratos Árabes Unidos.
La gran baza de Urovesa es que ya lleva años trabajando en contratos con el Ministerio de Defensa y ofrece un diseño puramente militar adaptado a las necesidades del Ejército, que además está probado en el exterior. El punto débil podría ser el precio. El Ejército Tierra contempla la compra de dos modelos de VMTT, uno con cabina doble (capacidad para cuatro personas) y otro con cabina simple (para dos personas). Ambos dispondrán a su vez de cinco versiones: autobastidor, caja abierta, caja cerrada de techo rígido, caja cerrada con arquillos y lona, y caja taller/multiuso. El precio máximo fijado por unidad va de los 51.000 euros (sin impuestos) de la versión autobastidor de cabina simple hasta los 75.000 euros (sin impuestos) de la variante caja taller/multiuso.
La compañía ya ha confirmado que está estudiando los pliegos del contrato. “Son pliegos con mucho contenido, con mucho alcance, y tenemos que ver si nuestro producto puede cumplir o no y hacer un análisis de costes. Lo estamos valorando. No hay plazos fijados todavía para saber cuánto tiempo nos va a llevar el análisis”, ha comentado el presidente de Urovesa, Justo Sierra, al Correo Gallego, al tiempo que ha rebajado las expectativas: “Por lo que tengo entendido son vehículos 4x4 de tipo táctico con plataforma más bien comercial. Sería de una categoría inferior a lo que nosotros normalmente fabricamos”.
El VMTT no solo será el vehículo todoterreno ligero del Ejército de Tierra, también llegará a la Armada, el Ejército del Aire y del Espacio y la Guardia Civil. La idea, al igual que los contratos para vehículos de hasta 1,5 toneladas de carga, es dotar a las Fuerzas Armadas de un único modelo de todoterreno ligero, lo que permitirá ahorrar costes sobre todo desde el punto de vista logístico (mantenimiento, repuestos…).
Jeep de Einsa para la UME. Foto: Infodefensa.com
Vehículos comerciales
La otra opción pasa por ir al mercado de vehículos comerciales. Aquí el abanico es más amplio y también hay precedentes recientes dentro de las Fuerzas Armadas. La española Einsa ofrece el Jeep adaptado a los estándares militares. Esta compañía ha entregado recientemente al Mando de Operaciones Especiales (MOE) vehículos ligeros de operaciones especiales Neton, desarrollados a partir del chasis del Toyota Hilux. Otra empresa española TSD cuenta con un desarrollo relativamente reciente, el Íbero LTV, en este caso, diseñado sobre el chasis también Toyota.
Tierra también podría recurrir a otras marcas en el extranjero, que están en servicio en las Fuerzas Armadas. La Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Infantería de Marina cuentan con Volkswagen Amarok en distintas versiones y la Policía Militar del Ejército de Tierra dispone de Toyota Land Cruiser.
Amarok de la UME. Foto: Infodefensa.com
En todo caso, todavía habrá que esperar varios meses para conocer el modelo elegido por el Ejército de Tierra. El proceso de selección será previsiblemente largo y complejo -el pliego de requisitos tiene 95 páginas-. Tras el inicio de la licitación, a partir del 20 de abril, se abrirá el plazo para presentar las ofertas y después llegará el momento de la evaluación. La adjudicación podría producirse a principios de 2024, si se cumplen los plazos previstos. Fuentes militares confirman a Infodefensa.com que unidades del Ejército ya han tenido la oportunidad de conocer sobre el terreno los vehículos tanto de Urovesa como de Einsa.
Land Cruiser de la Policía Militar. Foto: ET
Características generales del VMTT
El Ejército busca un vehículo militar todoterreno polivalente pick up, con un sistema propulsor 4x4, con reductora y capaz de desarrollar “una adecuada movilidad en todo terreno y carretera en todo ambiente”. Tendrá una capacidad de carga útil de al menos 900 kg con una masa máxima autorizada (MMA) de hasta 3.500 kg. Las plazas de asiento y la zona de carga no estarán situadas en un compartimento único y la altura total no será superior a dos metros, podrá conducirse con el carnet B y arrastrar un remolque de al menos 3.000 kg de MMA.
El vehículo tendrá una reducida firma acústica, visual, radar y sísmica y sistema ABS. Tierra no requiere blindaje permanente, aunque pide como opcionales kits de blindaje dentro de las posibilidades técnicas del vehículo (protección para munición de 5.56 mm y explosiones de minas y granadas de al menos Nivel I). El VMTT podrá también incorporar cabrestante, ganchos de remolque e izado, soportes para petacas, etc.
El combustible será de tipo diésel y dispondrá de motor de combustión interna de ciclo diésel, no obstante, podrá funcionar con combustible F-34 (JP-8). La cabina dispondrá de protección antivuelco, aire acondicionado, calefacción, cinturones de seguridad homologados y airbags delanteros para conductor y ocupante.
Pruebas de conducción con el Aníbal. Foto: ET
El VMTT podrá atravesar una corriente de agua de profundidad no inferior a 650 mm (sin medios auxiliares de ventilación y escape) y superar obstáculos verticales de 20 cm de altura (deseable/valorable 30 cm) y zanjas cuyo ancho no superen los 40 cm (deseable/valorable 60 cm). Además, por gestión logística, señala el Ejército, "es deseable/valorable que monten el mismo neumático que el Santana Aníbal”. El depósito de combustible tendrá una capacidad mínima de 70 litros que además permitirá obtener una autonomía mínima de 500 km a una velocidad sensiblemente constante de 100 km/h en llano. El vehículo estará preparado para su transporte en Chinook –como carga externa-, en la bodega del A400M, buques anfibios, en ferrocarril y por carretera con camiones con remolque.