Las Fuerzas Armadas Federales de Austria tienen previsto emplear 1.600 millones de euros en la modernización de su flota de aviones. El plan contempla por un lado la compra de 18 nuevos aparatos de entrenamiento avanzado y también la actualización de sus 15 aviones de combate Eurofighter, de la Tranche 1 (la variante más antigua del modelo), de la que hasta hace poco Viena trataba de deshacerse.
El plan de mejora de los antiguos Eurofighter gira en torno a tres puntos. El primero se centra en la obtención de una capacidad de combate nocturno, lo que implica como mínimo la implementación de visión nocturna o, como máximo el montaje de sensores de reconocimiento en un pod debajo del ala, según la información revelada por el diario Neue Kronen Zeitung, que es el de mayor circulación del país.
Un segundo punto contempla la mejora de la capacidad de autoprotección de los aparatos a través de sensores que avisan al piloto de que el caza ha sido detectado por un radar y mediante el lanzamiento automático de señuelos ante la proximidad de un misil.
El tercer pilar de mejora de los Eurofighter que Austria se está planteando consiste en el equipamiento de misiles aire-aire de medio alcance Amraam o de largo alcance Meteor, superiores (mayor alcance) que los actuales Iris-T, de corto alcance, que montan estos aparatos.
En cuanto a la compra de nuevos aviones, el proyecto incluye la adquisición de hasta 18 aparatos subsónicos, cuyo modelo se decidirá previsiblemente el próximo verano. El periódico destaca en este punto las posibilidades del M346 de la compañía italiana Leonardo, equipado con capacidad para el combate aire –tierra.
Además, el fabricante checo Aero también opta a esta operación, con su modelo L-39NG. Tanto en un caso como en otro, la compra se realizaría bajo la fórmula de Gobierno a Gobierno. Es decir, las autoridades austriacas comprarían el avión directamente al país fabricante ya sea en un caso (Italia) o en otro (República Checa).
El Krone, como se conoce abreviadamente al citado medio austriaco, recoge la impresión de los críticos con la adquisición de estos aviones de entrenamiento avanzado, y que optan por limitarse a modernizar los Eurofighter y capacitar a los pilotos en aviones de entrenamiento en el extranjero. Además recoge informaciones que apuntan a la voluntad que el fabricante Airbus parece haber mostrado de entregar cuatro Eurofighter de entrenamiento biplaza a Austria.
Actualmente, la Fuerza Aérea austriaca no dispone de aviones biplaza en los que poder entrenarse, por lo que lleva a cabo esta tarea en Alemania.
Sospechas sobre la venta
Austria encargó en 2003 un total de 18 cazas Eurofighter por 2.000 millones de euros, aunque finalmente, tras renegociar el acuerdo un nuevo gobierno, las adquisiciones se limitaron a 15 aeronaves por 1.700 millones. El contrato inicial, suscrito por el entonces gobierno conservador en el poder, levantó desde el primer momento unas sospechas de irregularidades que llevó en 2006 a crear una comisión de investigación parlamentaria que acabó clausurada sin llegar a nada concreto.
Posteriormente, a finales de 2012, el Ministerio de Defensa comenzó a estudiar el caso para aclarar las sospechas sobre esta venta. Las autoridades austriacas afirmaron ese mismo año que si se descubrían prácticas corruptas podría acabar pidiendo la rescisión del contrato y la correspondiente devolución de los aviones. De acuerdo con la investigación ministerial, el perjuicio denunciado podía haber llegado a cuantificarse en 1.100 millones de euros.
El Ministerio de Defensa del país demandó en febrero de 2017 a Eurofighter Jagdflugzeug GmbH, compañía desarrolladora, y Airbus, socio principal (los otros dos propietarios de Eurofighter Jagdflugzeug son BAE Systems y Leonardo) por supuesto fraude en la venta de cazas de este modelo destinados a la Fuerza Aérea del país. Airbus consideró entonces que esas reclamaciones, presentadas ante el juez 16 años después de la licitación y ocho años tras la entrega de la última aeronave, parecían “disparatadas y con una motivación política”.
“Incumplimiento no doloso”
En 2018 los tribunales impusieron una “sanción administrativa” de 81,25 millones a Airbus Defence and Space por “incumplimiento no doloso de las obligaciones de supervisión” en la venta de los 15 aviones a Austria en 2003.
A raíz de estas investigaciones, y al considerar que resultan demasiado caros para las necesidades del país, el Gobierno austriaco se ha estado debatiendo si mantener su flota de Eurofighter, con el consiguiente gasto necesario en mejoras, o sustituirla por nuevos cazas, probablemente Gripen, de la sueca Saab. En 2020 Viena llegó a aceptar entrar en conversaciones con Indonesia, interesada en la adquisición de los aparatos.
El Eurofighter, desarrollado con financiación británica, alemana, italiana y española, supone el mayor programa militar de Europa. En él intervienen en torno a 100.000 trabajadores pertenecientes a unas cuatrocientas compañías lideradas por Eurofighter Jagdflugzeugn, empresa conjunta de Airbus, que posee el 46 por ciento del total, la británica BAE Systems, con el 33 por ciento, y la italiana Leonardo, dueña del 21 por ciento restante. Este complejo es el encargado de atender el pedido total de 600 aviones comprometidos.