Macron ofrece a Petro el caza Rafale para la Fuerza Aérea Colombiana

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha ofrecido a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, el caza polivalente Dassault Aviation Rafale C/F3 para convertirse en el nuevo avión de combate de la Fuerza Aérea Colombiana. La renovación de esta oferta, presentada por primera vez a Colombia en octubre de 2019, se dio en el marco de las reuniones que ambos mandatarios mantuvieron este noviembre y en las que dialogaron ampliamente sobre este tema: primero en Egipto, durante la celebración de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, y después en la reunión de la OCDE, en París.  

En la capital francesa, Macron recordó el interés de su país en participar en los procesos de renovación del Siden (Sistema Integral de Defensa Nacional) no solo en los temas navales (PES) y de defensa antiaérea sino también, y de manera particular, en el proyecto de sustitución de los vectores de combate del país suramericano.

En dicho encuentro estuvieron presentes también los ministros de Economía, Finanzas y Comercio francés, así como los presidentes de las compañías Dassault y Thales, acompañados por el canciller colombiano, altos funcionarios y por al menos un alto oficial de la Fuerza Aérea Colombiana.

Las conversaciones entre ambos gobiernos tendrán un tercer encuentro, que se llevará a cabo en Colombia en desarrollo de una próxima visita de una delegación francesa. Petro quiere un acuerdo muy preciso respecto a los precios finales de venta, la financiación ofrecida por el país europeo y a las capacidades presupuestales del país latinoamericano.

Caza Rafale

Detalles de la propuesta

La oferta gala -sobre un número de unidades no acordado todavía- incluiría un paquete de financiación a 20 años, con precios de venta muy cómodos, orientándose los recursos de offset a modernizar la infraestructura aeroportuaria en el sur oriente del país, las operaciones de la aerolínea nacional Satena y potencializar los temas aeroespaciales y satelitales para los que la colaboración de Thales sería fundamental.

Petro habría solicitado también que la industria aeronáutica de su país -CIAC, Codaltec y empresas del sector privado- pudiera participar activamente en los procesos de mantenimiento de las aeronaves, así como en la fabricación y suministro de determinados repuestos, con el fin de garantizar el sostenimiento logístico de la flota. En este mismo sentido, Francia habría garantizado plena autonomía en la operación de los aviones y tiempos de entrega relativamente breves.

Polémica por el "uso final" de los F-16

El interés a su vez del nuevo gobierno colombiano en este modelo estaría fundamentado en las condiciones que para la operación de los Lockheed Martin F-16 Bloque-70  (uso final) impondrían los Estados Unidos, lo que habría motivado que Petro desestimara de plano emprender cualquier negociación en torno a esta aeronave, dejando de lado por el momento también a los otros modelos que componen la shorlist: el Eurofigther Typhoon y el SaabGripen NG.

Durante la comandancia del general Ramsés Rueda, no pudo llegar a feliz termino el proceso de compra -no de selección de modelo, que había sido el F-16- a pesar de las fuertes presiones del anterior gobierno en torno a firmar acuerdos de intenciones de compra antes de la terminación de su mandato, lo que habría motivado la subsecuente renuncia de Rueda.