El avión de transporte militar A400M ha completado con éxito la prueba sobre carga de trabajo de la tripulación que ha realizado en Reino Unido. La operación, completada por su fabricante, Airbus Defence and Space, “como parte de su compromiso con los países que operan el avión bajo la Organización para la Cooperación en Armamento Conjunto (Occar)”, ha consistido en la evaluación de “la carga de trabajo de la tripulación mientras se realizaban las tres capacidades tácticas clave del A400M en un solo vuelo: entrega aérea, vuelo a baja altura y reabastecimiento de combustible aire-aire”, de acuerdo con la información facilitada por la empresa, que las califica de “tres capacidades clave que describen todo el potencial de un A400M”.
La prueba se ha realizado sobre la unidad de pruebas MSN6 del modelo, que se ensambla en la ciudad española de Sevilla, y ha sido operada por la Real Fuerza Aérea Británica (RAF, por sus siglas en inglés). El aparato utilizado ha lucido en su fuselaje las banderas de los diez países que han adquirido el modelo.
El comunicado destaca que el A400M puede realizar misiones que anteriormente requerían al menos dos aeronaves diferentes para poderlas completar, “y es capaz de realizar maniobras que muchos no esperarían de un avión de transporte de su tamaño”.
La misión de evaluación de la carga de trabajo de la tripulación representa el resumen operativo de la capacidad del A400M, ya que incluye la evaluación de la carga de trabajo de sus tres funciones y misiones tácticas clave en vuelo: entrega aérea, vuelo a baja altura y reabastecimiento de combustible aire-aire. El gerente del Programa de Pruebas de Integración y Vuelo del A400M de Aribus, Simón Nicastro, destaca que esta misión “tiene especial importancia, ya que brinda a nuestros clientes una clara confirmación y confianza en la madurez del avión como un activo táctico moderno y capaz”.
“Durante este ejercicio, el A400M mostró sus músculos sobre los cielos del Reino Unido”, explican sus responsables en la citada nota. El avión, añade, ha mostrado en este ejercicio “cómo sobresale en lo que respecta a velocidad y altura”. La prueba se ha realizado en concreto sobre Escocia, y ha incluido en una primera fase el reabastecimiento aéreo con el MSN6 actuando como receptor de un avión cisterna A330 MRTT Voyager de la RAF. “Los escenarios operativos que cambiaban rápidamente requerían cambios de configuración rápidos y, aunque no se probó en esta misión, la capacidad incorporada de reabastecimiento de combustible en el aire permite que la aeronave también se reconfigure rápidamente para convertirse en un avión cisterna, una adaptabilidad que es exclusiva del A400M”.
Menor vulnerabilidad
Una vez repostado, durante la segunda parte del vuelo, el MSN6 ha demostrado cómo, “a pesar de su peso, es capaz de realizar un descenso pronunciado y un vuelo a baja altura”. Se trata de una capacidad única para un avión de transporte militar, según sus desarrolladores, que mejora su enmascaramiento sobre el terreno y su capacidad de supervivencia, de modo que resulta “menos detectable en áreas hostiles y menos susceptibles a las amenazas cuando vuela en operaciones militares clave”.
En la última fase del vuelo, “el MSN6 demostró de lo que es capaz cuando 'juega' tanto con la velocidad como con la altura”. Durante esta fase, se dejaron caer, directamente desde su bodega, cuatro cargas de una tonelada cada una sobre una zona controlada. “Las características de baja velocidad del tipo hacen que el A400M sea ideal para lanzar suministros desde baja altura, asegurando una respuesta muy rápida y directa ante cualquier incidente y, una vez en tierra, está diseñado para descargar o cargar muy rápidamente y sin ningún equipo especializado de apoyo en el suelo, de modo que se minimiza la vulnerabilidad de la aeronave a la acción hostil.
Tripulación mínima
Las tres fases de la misión se completaron con la configuración tripulación mínima requerida: dos pilotos y un jefe de carga asistidos por dos tripulantes de carga calificados. A bordo también han estado en los controles las autoridades de la tripulación del Organismo de Certificación y Cualificación (CQO) “a fin de confirmar la aceptabilidad de los resultados de la carga de trabajo”.
El ingeniero de pruebas de vuelo a bordo, César González, explica que durante el vuelo, “la tripulación recibió una orden de replanificación para evitar cierta zona simulando una amenaza terrestre, y también para modificar la entrega de carga para que fuera representativa de una misión operativa compleja que nuestros clientes podrían enfrentar en un escenario real”. Para González, finalmente “se lograron todos los objetivos y la misión fue completamente exitosa, lo que revela que la carga de trabajo de la tripulación era completamente aceptable para este tipo de operación compleja”.
El ingeniero jefe del A400M en Airbus, David Ferro, destaca el trabajo del equipo que ha trabajado con el cliente para esta misión. En esta “compleja campaña”, concreta, se ha involucrado una “cantidad significativa de instalaciones” y elementos dependientes del Gobierno de Reino Unido, incluidas las cargas de entrega aérea, el avión cisterna Voyager y el uso de varias zonas militares.
Entregado la unidad británica número 21
Por otro lado, la empresa destaca la importancia de una cuarta capacidad “clave probada por la Royal Air Force con su A400M”, en alusión al salto paracaidista. Los paracaidistas de la RAF han realizado también recientemente los primeros descensos en paracaídas de bajo nivel desde el A400M de la Royal Air Force, “ya que será el avión que entregará la capacidad militar de paracaidismo en 2023” de este servicio, añade la fuente. Reino Unido cuenta desde esta misma semana con 21 de los 22 aparatos de este modelo que ha encargado, tras recibir la unidad MSN056. Su primer A400M lo recibió en 2014.
El A400M responde a un programa conjunto, lanzado en 2003 por Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, España, Turquía y el Reino Unido, a las que posteriormente se unió Malasia (2005). Actualmente presta servicio en las Fuerzas Armadas de una decena de países.