La compañía American Rheinmetall Vehicles, filial en Estados Unidos del grupo alemán Rheinmetall, ha suscrito una asociación estratégica con Anduril Industries para ganar fuerza en sus opciones al programa de Vehículos de Combate Opcionalmente Tripulados (OMFV) del Ejército de Estados Unidos.
Anduril apoyará al denominado Team Lynx, que presenta el vehículo Lynx OMFV como propuesta liderada por Rheinmetall, “con un software de mando y control personalizado para las formaciones de estos vehículos que permite la maniobra de formación colaborativa, y la detección, el apuntamiento y el compromiso colaborativos de las amenazas para las futuras formaciones de combate blindadas”, de acuerdo con el comunicado emitido por la empresa sobre esta alianza.
“El software de Anduril, en consonancia con el proceso de desarrollo de software IDEE del Ejército, tendrá un plan de desarrollo y mejora ágil, y ciclos de integración y entrega, lo que permitirá una modernización persistente para que los [vehículos de combate de infantería] IFV se adapten rápidamente a las amenazas emergentes y las derroten”, detalla el texto. “La solución del equipo, el Lynx OMFV, redefine el campo de batalla moderno y permite al Ejército satisfacer su prioridad de modernización número dos, un vehículo de combate de próxima generación con capacidades líderes de protección, movilidad, crecimiento y letalidad que mantendrá la sobrecarga durante décadas”.
Los futuros blindados del programa OMFV deben tratarse de plataformas con capacidad de operar también no tripulado de entre 40 y 50 toneladas. Con ellos se sustituirán los antiguos vehículos Bradley.
Una edición previa del programa OMFV fue cancelada en 2020, después de que quedase como único candidato la compañía norteamericana GDLS. Unos meses antes, la otra firma con opciones hasta aquel momento, la germano-estadounidense Raytheon Rheinmetall Land Systems, se había quedado sin posibilidades para cumplir con las especificaciones de un concurso para el que había sido creada expresamente, y en el que competía con su modelo Lynx 41. Anteriormente fue la británica BAE Systems, el fabricante de los Bradley, la que se retiró del concurso.
Reedición del concurso
En la reedición del programa lanzada este verano por el Ejército de Estados Unidos las tres vuelven a enfrentarse en el concurso reelaborado para favorecer una mayor competencia, y en el que también participan Point Blank Enterprises y Oshkosh Defense. Se trata de un proyecto que anteriormente fue conocido como Vehículo de Combate de Próxima Generación (NGCV, por sus siglas en inglés).
Los futuros sustitutos del Bradley deberán contar con una arquitectura modular de sistemas abiertos, de modo que pueda mejorarse más fácilmente en el futuro. También destaca la solicitud de una capacidad de vigilancia y movilidad silenciosas, lo que implica que el vehículo deberá equipar una propulsión híbrida o eléctrica. De este modo, además, se ayuda a reducir la huella logística de la plataforma, que también se considera un punto importante del futuro OMFV.
El objetivo del proceso abierto este verano es la elección de hasta tres equipos para las fases 3 (diseño detallado) y 4 (creación de prototipos) del programa. La primera de estas fases se desarrollará entre los años 2023 y 2024, y la segunda arrancará en 2025. En total, se contempla la construcción de hasta 11 prototipos.
Decisión en 2027
Si no se produce ningún contratiempo, en el último cuarto de 2027 se podrá seleccionar a la compañía que se hará con el programa, y la primera unidad llegará en 2029. Un año después la producción deberá encontrarse a pleno rendimiento.
El jefe de Estrategia de Anduril, Zach Mears, explica, tras apuntar que “el software está en el centro de las armas y los sistemas militares del futuro", que su compañía está especializada “en ofrecer una autonomía de misión avanzada, permitiendo a los comandantes y directores de batalla comandar y controlar una capacidad más letal en el borde táctico”. Sobre su papel en el Team Lynx, Mears afirma que con su participación en él “aprovecharemos nuestra profunda experiencia en inteligencia artificial, autonomía de misión e integración de sensores para reducir significativamente la carga cognitiva de la tripulación de los soldados del OMFV y proporcionarles conciencia táctica de próxima generación, mando y control y letalidad decisiva para dominar los campos de batalla futuros”.