El general de división Rafael Roldán Tudela es el comandante general de la Infantería de Marina. Desde marzo de 2021 está al frente de una de las unidades más emblemáticas y longevas de las Fuerzas Armadas españolas con 485 años de gloriosa historia. En la primera parte de una extensa entrevista a Infodefensa.com, el general hace un repaso por la Infantería de Marina actual y marca los retos para los próximos años. Destaca la necesidad de aumentar el número de efectivos de tropa hasta llegar a las 5.500, unos 700 más de los que tiene en nómina la unidad hoy, y confirma además la apuesta por el vehículo ACV (Amphibious Combat Vehicle) de la Marines estadounidenses como candidato para sustituir a los veteranos vehículos de asalto anfibio AAV.
¿Cómo es la Infantería de Marina actual?
La Fuerza de Infantería de Marina es una fuerza expedicionaria, este tema es muy importante. Es una capacidad única en las Fuerzas Armadas, con ese vector de proyección que son nuestros barcos. A esto hay que añadir su alta disponibilidad. Es decir, no solo es expedicionaria, sino que en un periodo de cinco días desde el embarque de la fuerza podemos estar tranquilamente en el centro de Mediterráneo con capacidad de actuar en cualquiera de sus costas. También es una fuerza muy versátil, en función del escenario o la misión, puede dar más elementos de combate, apoyo al combate o seguridad. Además, la Infantería de Marina integra unas capacidades definitorias para actuar en cualquier escenario, proporciona capacidad para hacer un asalto anfibio, fuerzas de operaciones especiales o seguridad y protección de instalaciones y barcos. Es un conjunto equilibrado.
¿Qué papel tendrá la Infantería de Marina en los conflictos futuros?
Un papel destacado. Las Fuerzas Armadas españolas cuentan con una fuerza (la Infantería de Marina) muy versátil y una capacidad de reacción muy alta, como le mencionaba antes. Son unidades ya certificadas y evaluadas en su acuartelamiento esperando la orden de embarque y despliegue. Eso es lo que podemos aportar, desplegar en cualquier escenario con unos tiempos de reacción muy reducidos.
¿Qué tres retos tiene por delante?
El tema de personal es prioritario. Es muy importante no solo en el aspecto cuantitativo, es decir, tenemos que adquirir unos números que nos den un grado de cobertura aceptable, sino también en cuanto a la formación y adiestramiento, donde nos tenemos que volcar. Las unidades que constituyen la espina dorsal tienen que tener personal con la calidad suficiente. Siempre se va a preferir calidad, frente a cantidad. La crisis de 2008 afectó al reclutamiento; hubo unos años que no teníamos incorporaciones, lo que tuvo repercusión en las unidades. Ahora, tenemos por delante un horizonte prometedor. Estamos integrando del orden de 400 infantes de marina en los dos ciclos de forma anual para ir supliendo las bajas y al mismo tiempo crecer para llegar a un horizonte en 2028 de 5.500 efectivos de tropa. Luego en la formación hay que apoyar a las escuelas para que tengan los profesores correspondientes y, por supuesto, invertir en adiestramiento para adaptarse a los nuevos tiempos y técnicas y procedimientos que están aplicándose fuera.
¿Y en el apartado de material?
En material, el objetivo es recuperar todas las capacidades que se están perdiendo por obsolescencia. Tenemos programas abiertos de reposición de vehículos tácticos, los Vamtac, el sustituto natural del Hummer, y los camiones. Estamos muy satisfechos y previsiblemente dentro de cuatro años habremos cubierto las plantillas en cuestión de vehículos. Respecto a los camiones, estamos sustituyendo los que ya estaban quedando viejos por tiempo de servicio, añadiendo nuevas capacidades que nos van a permitir que puedan vadear sin preparación, uno de los requisitos, lo que nos diferencia del resto de las Fuerzas Armadas. Nuestro material empieza a combatir en la mar y termina en tierra. Otro tema muy importante es la sustitución de los AAV, que han llegado al final de su vida útil. Siguen estando operativos, los tenemos que mantener hasta que entre en servicio el nuevo vehículo. El cuerpo de Infantería de Marina se ha decantado por el ACV. Ahí estamos trabajando ahora mismo, tenemos que garantizar esa transición entre mar y tierra que permite seguir combatiendo hacia los objetivos marcados sin solución de continuidad. El tercer punto es la infraestructura. No solo la habitabilidad, sino también la relacionada con el adiestramiento. Estos son a grandes rasgos los tres hitos planteados (personal, material e infraestructuras) para el tiempo que esté en mi puesto.
Entrando en detalle, habla de llegar a 5.500 infantes, ¿cuántos hay en la actualidad?
Ahora mismo, tenemos 4.782 infantes para cubrir las plantillas. Todo está supeditado a la oferta de empleo público, pero nuestro interés es garantizar al menos 400 plazas anuales. Después también hay una tasa de fracaso, lógicamente, porque no todo el mundo que entra en los exigentes ciclos de la Infantería de Marina termina. Igual de esos 400 acaban siendo a lo mejor 350. La tasa de fracaso ronda el 14%. Estos son los números en los que nos manejamos.
También comenta que ya han decidido ir a por el ACV para reemplazar los AAV
Nosotros tenemos que ver qué es lo que hay en el mercado. Los Marines han puesto en tierra, por así decirlo, los AAV. Su mantenimiento resulta muy caro y no tienen mucha confianza en su fiabilidad, y se han volcado en el programa ACV, con un resultado estupendo en las pruebas con cerca de 69 horas de operación continua, dato muy importante. Estamos viendo la viabilidad de acogernos a ese proyecto y desarrollarlo nosotros. No obstante, seguimos manteniendo los AAV, porque es un vector de proyección protegido, con unos estándares evidentemente de calidad, mantenimiento y seguridad para desembarcar con garantías. Y los seguiremos manteniendo mientras podamos hasta que tengamos un relevo natural de ese vehículo.
¿Ya hay contactos para la sustitución?
Los AAV están al final de su vida útil, ya son más de 50 años los que lleva en servicio. Estos vehículos permiten la proyección en tierra de la unidad protegida y operar luego hasta llegar a los objetivos marcados. Hace unos 30 años se hizo una remodelación, pero el vehículo ha sufrido lo suyo. Estamos ahora mismo explorando el mercado y, lógicamente, como mencione, los Marines estadounidenses son una clara referencia. Ellos apuestan por el ACV desarrollado por un consorcio de BAE Sytems e Iveco, un vehículo que superó una fase de experimentación antes de hacer la adquisición para sustituir a sus AAV, que están en el dique seco. Las pruebas fueron determinantes. Para nosotros es una referencia. Una vez se termine la documentación preceptiva para arrancar el programa, se verá cuál es el vehículo más competitivo que mejor se acoja al pliego de prescripciones que hemos desarrollado. Es un programa importante para nosotros.
¿Esperan lanzar el programa pronto?
Confío en que sí. Espero que al menos la capacidad inicial esté en el año 2025 y la capacidad final en 2027. Todo dependerá de la financiación. Estamos en la definición de los requisitos y todo lo que el programa tiene aparejado en cuestión de infraestructuras, una cuestión que también hay que tener en cuenta, así como los cursos de formación.