La OTAN celebra desde este martes y hasta el próximo jueves en Madrid una cumbre histórica que fijará la hoja de ruta de la Alianza Atlántica para los próximos diez años. De esta reunión, considerada la más importante desde el final de la guerra fría, saldrá el nuevo concepto estratégico de la organización. La cita se celebra además en un contexto geopolítico especialmente complejo con la guerra de Ucrania atascada en la zona del Donbás. La invasión rusa ha hecho además que dos países tradicionalmente neutrales, como Suecia y Finlandia, solicitaran la adhesión a la OTAN, una cuestión que también será tratada en la cumbre.
La Alianza apuesta en su nuevo concepto estratégico por reforzar la disuasión y el famoso enfoque de defensa 360 grados para responder a cualquier amenaza procedente de cualquier parte. En este punto, el futuro pasa, y así lo recogerá el documento, por incrementar la presencia en el flanco este para frenar a Rusia, pero sin descuidar el conocido como flanco sur, es decir, el Sahel.
España y otros países aliados, es el caso de Reino Unido, han puesto sobre la mesa la necesidad de profundizar en las relaciones y la cooperación con los países de esta región para frenar el avance del terrorismo y también la influencia rusa que ya está en algunos países como Mali por medio de los mercenarios de Wagner y más al norte en Libia. A esto hay que sumar la presencia cada vez más palpable de China mediante otra diplomacia, la de los acuerdos comerciales. Entre las medidas que está en estudio se encuentra proporcionar apoyo a países como Mauritania.
La guerra en Ucrania y la defensa del este centrarán, sin duda, todas las miradas. La invasión rusa ha condicionado la elaboración del concepto estratégico y obligado a redefinir la relación con Moscú. Rusia aparecerá en el documento claramente definida como una amenaza para los países que forman parte de la OTAN. La cumbre de Madrid además dará un empujón al proceso ya en marcha para la entrada de Suecia y Financia en la Alianza, una solicitud que ambos países han cursado tras ver cómo se las gasta Putin en Ucrania.
Y, por primera vez, la estrategia a medio y largo plazo de la OTAN incluirá a China como un competidor estratégico que ofrece oportunidad y también desafíos. En la cumbre de Madrid, los países además hablarán, y mucho, de inversión en defensa. La amenaza rusa ha hecho que muchos países aumenten sus presupuestos de defensa. Alemania, por ejemplo, ha anunciado una partida extra de 100.000 millones para mejorar las capacidades de las Fuerzas Armadas. Por parte de España, a la cola en la OTAN en gasto en defensa, está previsto que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, revele sus planes para incrementar el presupuesto de defensa.
A la cumbre acudirán unos 5.000 participantes, de los que 2.000 serán delegados, otros 2.000 periodistas y cerca de un millar de personal de la organización. Además de los 30 países miembros de la OTAN, asistirán delegaciones de cuatro países de Asía-Pacífico (Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur) y otros países de la UE que no son parte de la Alianza. Estarán también Suecia y Finlandia, que ya han iniciado el camino para entrar en la OTAN, y ha sido invitado a participar el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que finalmente intervendrá de forma telemática.
España ha preparado un despliegue de seguridad sin precedentes con 9.000 efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como el empleo de sistemas antidrón y un plan para evitar posibles ataques cibernéticos. Aviones Awacs de la OTAN, cazas Eurofighter y F-18 españoles, artillería antiaérea, junto con helicópteros NH90, garantizarán la protección del espacio aéreo durante la cumbre.
Las zonas más sensibles serán el recinto de Ifema, que acogerá las reuniones de la cumbre; el Palacio Real y el museo del Prado, donde se celebrarán cenas de autoridades. También habrá un dispositivo especial de seguridad en el aeropuerto de Barajas y en la base aérea de Torrejón, así como en la zona del paseo de la Castellana en la que están concentrados los hoteles de los participantes en la cumbre. El evento se celebrará en el nivel de alerta terrorista 4 sobre 5 -el mismo que en los últimos meses.