Ni la Brújula Estratégica para la defensa de Europa, aprobada el pasado marzo, ni los nuevos mecanismos para fortalecer su industria militar (Fondos Europeos de Defensa, Pesco, EDIDP, PADR), ni el incremento anunciado en los presupuestos de defensa de los miembros de la UE van a lograr que el sector de la defensa europeo continúe “yendo a la zaga de los Estados Unidos”, aunque ahora resulta aún más clave que la UE incremente su autonomía en este ámbito. Esta es una de las conclusiones del amplio informe (136 páginas) que la Fundación Alternativas ha elaborado a petición del Ministerio de Defensa, y que esta mañana se presenta en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden). Su título es La defensa europea y la Europa de la defensa.
El experto en seguridad y defensa Carlos Martí Sempere, uno de los autores que ha participado en este informe colectivo dirigido por el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, y ex secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, recuerda en el capítulo dedicado a Capacidades militares, que mientras Europa exporta a Estados Unidos 7.300 millones de dólares al año, mientras que importa de ese mismo país 63.000 millones de dólares (datos referidos a 2019). En este contexto, “se puede decir que Europa continuará yendo a la zaga de los EEUU en esta materia por un tiempo prolongado”.
No se trata de un panorama “necesariamente malo, si tenemos en cuenta que Europa se ha beneficiado y ha sabido explotar siempre los avances norteamericanos y medios militares”, precisa Sempere, doctor en Seguridad Internacional por el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado. Para Europa esta circunstancia, añade, “sin duda ha reducido la cifra que ha tenido que dedicar al I+D en defensa, aunque esto genera una dependencia que muchos europeos considera inadecuada”.
En cualquier caso, añade Sempere en el informe, “si Europa no avanza en esta materia, y no se dota de los mecanismos y medios necesarios para actuar con voz propia, podría ir perdiendo progresivamente su influencia en el marco internacional”. En este sentido, el reciente conflicto de Ucrania supone probablemente un fuerte estímulo a la voluntad política de dotarse los europeos de mayores capacidades militares y de una mayor autonomía en defensa de la que ha tenido en el pasado, concluye.
La invasión de Ucrania en el enfoque
El director del informe, López Garrido, aclara que el enfoque de este trabajo está contextualizado precisamente en la invasión de Ucrania, que Rusia inició el 24 de febrero, y que “ha variado la perspectiva desde la que valorar la seguridad de Europa, y más concretamente, la de los países que integran la Unión Europea”.
Garrido exhorta a distinguir, “desde el principio, la defensa europea de la Europa de la defensa”. El primer concepto tomó cuerpo durante la Guerra Fría referido a la amenaza, ideológica y militar, de la Unión Soviética. Mientras que la Europa de la defensa “es la aspiración –por ahora casi solo eso– de la Unión Europea”. De momento, apunta, “ha sido una política débil dentro del conjunto de las políticas de la UE”.
La citada Brújula estratégica, que propuso Alemania en 2019, explica Garrido, “es un paso más para hacer operativa la autonomía estratégica de seguridad europea. Conscientemente de sus límites, la Brújula no incluye la seguridad colectiva, lo que la diferencia de la OTAN, en la que ocupa el primer lugar entre sus objetivos”.
Postura propia
En el informe que hoy se presenta en el Ceseden, se recorre “con rigor y profundizad” los elementos esenciales de la “deseable Europa de la defensa, aún en formación, partiendo de los riesgos y amenazas que sufrimos los europeos y de los de los posibles escenarios de conflictos”.
La coordinación y cooperación entre países que la Unión Europea debe seguir potenciando para el desarrollo de su industria y sus capacidades militares, añade el ex político: “Será imprescindible para servir de soporte a una política exterior común, cuyos intereses no siempre coincidirán con los de EEUU”. Para lograr una postura más independiente y propia, el informe propone, entre otros, cambiar la regla de la unanimidad que se ha dado la UE para marcar su política exterior y de seguridad por una toma de decisiones basada en mayorías cualificadas, lo que le permitirá ajustarse mejor a las necesidades con una mayor agilidad.
Además de López Garrido y Martí Sempere, en el informe La defensa europea y la Europa de la defensa participan el general de brigada retirado José Enrique de Ayala; el profesor titular de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Pablo de Olavide Guillem Colom Piella; la profesora de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz Beatriz Cózar Murillo; las profesoras de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid María Isabel Nieto Fernández, Xira Ruiz Campillo y Soledad Segoviano Monterrubio; el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria Jesús Núñez, y el director de Política Exterior de la Fundación alternativas, Vicente Palacio.