La llegada al Ejército Ucraniano de una docena de sistemas de artillería autopropulsada Caesar ha sido recibida con satisfacción por las tropas que desde el pasado 24 de febrero se enfrentan a Rusia. El Ministerio de Defensa del país anunció el miércoles que el material francés, desarrollado por Nexter Systems, “ya están en los campos de batalla”. El ministerio lo recoge en una entrada de la red social Twitter en la que, igualmente, se afirma que este material “ayuda a resistir, pero para liberar nuestra tierra de los bárbaros necesitamos [lanzadores de cohetes múltiples autopropulsados] M270 y Himars”, de origen estadounidense.
En todo caso, el departamento de Defensa ucraniano ha mostrado su agradecimiento a Francia publicando un video de casi un minuto en el que se ve una de las piezas autopropulsadas Caesar recibidas operando en Ucania. La plataforma, de cuya movilidad se encarga un camión 6x6 de la también francesa Arquus (antigua Renault Trucks Defense), aparece desplazándose sobre el terreno hasta que se detiene y es preparada para el disparo por un grupo de soldados ucranianos, mientras se sobreponen una serie de leyendas con las características del arma. Tras lanzar un par de proyectiles, los militares dan las gracias a Francia, en francés, mientras aparecen las palabras sobreimpresas a gran tamaño y con sus últimas letras componiendo la bandera tricolor.
Dos o tres horas de formación
Según la cadena francesa de noticias CNews, los Caesar, de los que estima que se han cedido 12, fueron entregados a las fuerzas ucranianas apenas dos días antes de la publicación de este video, lo que demuestra la velocidad con la que Kiev los ha desplegado sobre el terreno.
El comandante en jefe de las
Fuerzas Armadas de Ucrania, el
teniente general Valeriy Zaluzhnyi, ha asegurado que el adiestramiento de los militares ucranianos para utilizar estas armas de 155 mm, y capaces de acertar a objetivos a cerca de 40 kilómetros de distancia, apenas ha precisado de entre dos y tres horas. Esa formación, según algunos medios, ha tenido lugar en Draguignan, al sur de Francia.
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