El desencuentro que la firma del acuerdo Aukus generó entre Francia, que vio perder su contrato de submarinos con dsAustralia, y Reino Unido, beneficiada con un alianza alternativa con Canberra, no ha acabado con el programa FC/ASW de ambos países. París y Londres han confirmado el inicio de los trabajos de preparación del futuro misil de crucero antibuquye (FC/ASW, por las siglas de Future Cruise/Anti-Ship Weapon) con la firma de un acuerdo gubernamental y de contratos asociados por parte de las agencias de adquisiciones militares de ambos países: la Dirección General de Armamento de Francia (DGA) y el Equipo y Soporte de Defensa Británico (DE&S).
El pasado septiembre llegó a anularse como consecuencia de la firma del Aukus un encuentro en Reino Unido protagonizado por este proyecto entre los titulares de defensa de ambos países, la ministra de las Fuerzas Armadas de Francia, Florence Parly, y el secretario de Defensa británico, Ben Wallace. En palabras de Eric Beranger, consejero delegado de la compañía europea MBDA, desarrolladora del nuevo arma, “tras la conclusión de la fase de concepto FC/ASW, la confirmación del lanzamiento de estos trabajos de preparación atestigua la renovada confianza de nuestros dos países hacia MBDA”.
Beranger ha detallado que el proyecto se desarrollará tanto en centros de la compañía en Francia como en Reino Unido. Este programa, ha precisado, “permitirá a MBDA ofrecer a nuestras fuerzas armadas, cuya satisfacción es nuestra prioridad, una solución de vanguardia ajustada a sus requisitos y adaptada a todas las necesidades operativas existentes o futuras”.
Dos conceptos
Los trabajos de preparación acordados ahora “se centrarán en el desarrollo coordinado de un programa de ataque profundo de próxima generación y armas pesadas antibuque”. En concreto, se “evaluarán dos conceptos de misiles complementarios, que se espera que se presenten a finales de la década”. Uno consiste en una solución subsónica de baja observación y el otro se trata de un concepto supersónico altamente maniobrable. Estas concepciones deberán “cumplir con los requisitos de Francia y el Reino Unido y proporcionarán una capacidad de cambio de juego para superar las amenazas terrestres y marítimas, los objetivos reforzados y los sistemas de defensa aérea, a distancias muy largas y en entornos de espacio de batalla cada vez más disputados”, de acuerdo con la empresa.