Roma tiene programado adquirir un nuevo carro de combate para sustituir en torno a 2035 su actual flota de desarrollo local Ariete. El momento coincide con el cronograma del programa franco alemán MGCS (siglas en inglés de sistema principal de combate terrestre) para sustituir a los actuales Leopard 2 alemanes y Leclerc franceses, por lo que la unión de Italia al proyecto se percibe de gran interés.
Así lo refleja un extenso artículo publicado a principios de mes por el Centro para el Análisis de Políticas Europeas (CEPA, por sus siglas en inglés), conformado por un grupo de expertos con sede en Estados Unidos y Polonia especializado en investigaciones e informes sobre política estadounidense en referencia a Europa central y del este, Rusia y áreas próximas.
El pasado mayo trascendió un documento del gobierno alemán elaborado para el parlamento del país en el que se prevé la entrada de nuevos socios al proyecto MGCS, liderado por las compañías alemanas Rheinmetall y Krauss-Maffei Wegmann (KMW), junto a la francesa Nexter.
KMW y Nexter forman parte desde 2015 del consorcio KNDS, que en 2018 presentó su propuesta de carro de combate europeo EMBT (siglas de carro de combate principal europeo) como apuesta para el MGCS. Está previsto que el desarrollo que salga de este programa sustituya a los citados Leopard 2 y Leclerc a partir de mediados de la década de 2030.
En la actualidad, los países de la Unión Europea mantienen operativos 17 modelos de carros de combate distintos. En contraste, Estados Unidos, que es la mayor potencia militar del mundo, únicamente cuenta con un modelo.
Proyecto con España y Polonia
En octubre de 2020 transcendió que Italia estaba tratando de sumar a Polonia y España a un proyecto propio de desarrollo de un nuevo carro de combate con el que sustituir a sus Ariete C1 y a los Leopard 2 españoles y polacos, después de que previamente hubiera tratado infructuosamente de formar parte del programa franco-alemán MGCS.
Ahora, sin embargo, las posibilidades de que Italia entrase en el programa de París y Berlín son más claras, según se desprende del artículo de la CEPA, en el que se recuerda que Italia es una potencia europea con una sólida base industrial de defensa y con un papel importante en la política y la seguridad del viejo continente, del que es la tercera mayor economía.
Consorcio Iveco-Oto Melara
La fuente destaca que Italia puede ofrecer capacidades tecnológicas para fortalecer el proyecto del próximo carro de combate europeo, y cita la posible entrada de firmas como el Consorcio Iveco-OTO Melara (CIO), una compañía conjunta de Leonardo e Iveco Defense Vehicles con décadas de trayectoria en el desarrollo de material militar terrestre. De esta manera se fortalecería el carácter europeo de un proyecto al que se estima un coste, al que Roma contribuiría a sufragar, de 1.800 millones hasta 2028.
También se apunta cómo “dado el reciente acuerdo de cooperación de defensa de Francia e Italia, y la creciente cooperación política entre Alemania e Italia, tiene sentido incluir un tercer socio importante en el proyecto”.
El pasado octubre Suecia solicitó entrar en el MGCS, en un primer momento como observador. El país nórdico cuenta en la actualidad con una flota de 120 carros Stridsvagn 122, derivados del Leopard 2A5 alemán, a los que mantiene en servicio desde finales de los años 1990.