El submarino S-81 Isaac Peral afrontará a finales del próximo mes de marzo su primera navegación en superficie, de acuerdo con el calendario del programa. Esta singladura supondrá el inicio de las pruebas de mar para el primero de los cuatro sumergibles que Navantia construye en su astillero de Cartagena para la Armada española.
Tras completar en enero los test en puerto, con las pruebas sobre amarras, el sexto de once hitos de seguridad que debe completar el buque, “ahora, lo que se nos ofrece por la proa es nuestra primera navegación, fijada para finales del mes de marzo”, señala el comandante del S-81 Manuel Corral Iranzo, en un artículo publicado en la revista Revista Española de Defensa (RED), que edita el ministerio dirigido por Margarita Robles.
Las pruebas de mar también incluyen el estreno del submarino en inmersión. El buque realizará una primera inmersión estática, parado a cota periscópica, y otra mucho más profunda, a cota máxima. Entre medias, llevará a cabo la primera navegación bajo la superficie del mar.
Certificación de la tripulación
En apenas 15 días, el próximo 1 de enero, la dotación del Isaac Peral, formada por 52 oficiales, suboficiales y marineros, recibirá la certificación para operar con garantías a bordo del submarino.
“Hasta entonces seguiremos trabajando a tope en los simuladores de los sistemas Integrado de Control de Plataforma y de Combate y continuaremos inmersos en algunos cursos. También empezaremos a tocar el interior del S-81”, explica el comandante. La tripulación apenas ha podido hasta ahora entrar en el submarino puesto que la prioridad han sido los trabajos incluidos en las pruebas de puerto.
Incremento de la tripulación
A los 52 miembros de la tripulación se sumará en septiembre uno más. La plantilla del S-81 era en principio de 32 miembros. Sin embargo, tras las modificaciones de construcción de 2018, que implicaron su aumento de eslora y peso, se decidió ampliarla a 40; antes de su puesta a flote, a 48 y, finalmente, a 53.
La Armada busca con este incremento dispone de más personal formado para afrontar las pruebas de puerto y de mar de la primera unidad de la serie y contar con marinos ya preparados para integrar la dotación del siguiente submarino, el S-82 Narciso Monturiol.