Indra ha firmado con el Ministerio de Defensa español un contrato de 35 millones euros para dotar a la nueva flota de helicópteros de transporte militar Chinook CH47F del Ejército de Tierra con sistemas de defensa electrónica de última generación que protegerán a la aeronave en las misiones internacionales.
Indra instalará en la versión renovada de los Chinook una completa suite de defensa electrónica de última generación que reforzará la supervivencia de la aeronave en zona de conflicto. El Ejército de Tierra, cabe recordar, recibirá el próximo 28 de enero el primer aparato modernizado, como adelantó Infodefensa.com.
“La capacidad para volar a baja altura y aterrizar en cualquier lugar aporta a los helicópteros una importante ventaja operativa frente a los aviones de ala fija, pero también los expone a un nivel de riesgo que solo se puede contrarrestar con la tecnología más avanzada”, destaca la empresa.
El sistema incorporará el alertador radar ALR-400FD de Indra, completamente digital, con interconexiones de fibra óptica, y preparado para detectar e identificar a gran distancia la presencia de plataformas enemigas y otras amenazas radar. La empresa subraya que “su capacidad para vigilar de forma instantánea todo el espectro radar, en lugar de cubrir diferentes franjas a través de estrategias de exploración de bandas parciales como era habitual en generaciones anteriores, permite incluso la detección de las amenazas más modernas, como aquellas que emplean técnicas de gran salto en frecuencia”.
Nuevos sensores
La solución incorpora asimismo el nuevo sensor InWarner de Indra, que integra un alertador misil y un alertador láser, que detecta si algún designador ha fijado blanco sobre el helicóptero. La integración de ambos elementos permite una conciencia situacional completa y eleva la eficacia a la hora de activar las contramedidas para neutralizar el ataque.
En todo momento, pero especialmente durante los vuelos a baja altura y en los despegues y aterrizajes, el sistema InShield de contramedidas por infrarrojo (DIRCM) de Indra protegerá a la aeronave frente a ataques con misiles tierra-aire de corto alcance de tipo Manpads y de guía infrarroja.
Indra señala que “está avanzada solución dirige un haz de energía láser sobre el sistema de guía térmica del misil para desviarlo, pudiendo neutralizar varios ataques de forma prácticamente instantánea. El helicóptero dispondrá de forma adicional de dispensadores de contramedidas chaff y bengalas para neutralizar estos ataques.
La suite de autoprotección del Chinook español consolida el nuevo estándar de defensa electrónica aeroportada de Indra, en el que, al alertador radar RWR ALR-400FD (contratado en 2020 para NH-90) y DIRCM InShield (contratado en 2017 para A400M y en 2020 para NH-90), se suma el sensor InWarner de alerta láser (LWS) y misil (MWS) de última generación. La compañía tiene la intención de exportar este sistema de autoprotección tanto a otras aeronaves CH-47 como a todo tipo de plataformas de ala fija o rotatoria.
La tecnología de Indra asegura la supervivencia de la plataforma y aporta al Ejército Español una superioridad sobre el espacio electromagnético cada vez más importante en cualquier misión. De su dominio, y de la capacidad para impedir que el adversario pueda acceder a él libremente, depende la capacidad del Ejército para operar y desplegarse en zona de conflicto. Operaciones especiales, de evacuación de heridos, de transporte de material o de ataque serían imposibles sin contar con esta tecnología.
Defensa electrónica
Indra es uno de las principales empresas del mundo en sistemas de defensa electrónica. Forma parte, por ejemplo, del consorcio que ha desarrollado y está evolucionando el sistema de autodefensa del caza Eurofighter.
En el ámbito de la investigación y desarrollo, la compañía es el coordinador nacional del programa NGWS/FCAS, siendo además el líder internacional del desarrollo de los sensores que portará este gran sistema de sistemas aéreo. La empresa trabaja en paralelo, dentro del proyecto Carmenta, en el diseño del futuro sistema europeo de autoprotección para plataformas aéreas de ala fija y rotatoria, tecnología pensada para hacer frente a un amplio de espectro de amenazas mediante el uso de inteligencia artificial y comportamientos cognitivos.
También lidera el proyecto europeo Crown, que dotará a los cazas y aeronaves europeas de capacidades que combinan radar, comunicaciones y defensa electrónica para dominar el espacio radioeléctrico y operar con ventaja frente al enemigo.