La compañía norteamericana Lockheed Martin, la mayor empresa de defensa del mundo, ha alcanzado un acuerdo definitivo con United Technologies (UTC) para quedarse por 9.000 millones de dólares con el negocio de Sikorsky Aircraft. Teniendo en cuenta los beneficios fiscales derivados de la transacción, que se realizará como compra de activos, el precio efectivo que deberá pagar por la empresa de helicópteros se reduce hasta los 7.100 millones de dólares.
El proceso de adquisición, sujeta ahora a condiciones habituales en este tipo de operación que incluyen la aprobación por parte del regulador, se completará previsiblemente durante el último trimestre de este año o el primero de 2016.
Los planes de la adquiriente pasan por integrar a Sikorsky dentro de su línea de negocio de sistemas de misión y entrenamiento Lockheed Martin Mission Systems and Training (MST), que ya participa actualmente con Sikorsky en algunos programas destacados de helicópteros, como el del modelo VH-92 para uso del presidente de Estados Unidos y el de la aeronave de combate y rescate naval MH-60.
La empresa con sede en Bethesda, Maryland, gana de este modo la partida a Textron, propietaria de la también fabricante de este tipo de aeronave Bell, que era la otra pretendiente en la compra después de que Boeing y Airbus hubiesen abandonado la carrera por hacerse con Sikorsky, como informó Infodefensa.com.
Para la presidenta y consejera delegada de la multinacional finalmente ganadora, Marilyn Hewson, “Sikorsky es un paso natural para Lockheed Martin y complementa nuestra amplia cartera mundial de productos tecnológicos aeroespaciales y de defensa”. Con esta adquisición Hewson espera “extender nuestro negocio principal a las áreas en crecimiento de producción y de mantenimiento de helicópteros”. El objetivo es ofrecer “una sólida cartera de soluciones de helicópteros a nuestros clientes globales y acelerar el ritmo de innovación y desarrollo de nuevas tecnologías”.
La compra de Sikorsky supondrá para Lockheed Martin una ayuda para lograr diversificar su cartera y mantener ingresos a medio plazo, cuando la producción de sus aviones de combate F-35 se reduzca. Además supone la primera gran adquisición de Hewson al frente de la multinacional, a la que ya ha conseguido doblar el valor de sus acciones desde que asumió el cargo de consejera delegada a principios de 2013.
Momento complicado
UTC anunció hace unas semanas sus planes para deshacerse de Sikorky acuciada por la escasez de demanda de helicópteros en el sector del petróleo y el gas, una de las actividades que más aeronaves de este tipo adquiere, debido a la evolución de los precios de la energía.
En este contexto Lockheed asume un riesgo considerable con la compra de Sikorsky, tendiendo en cuenta que nuevos productos como el helicóptero CH-148 están presentando algunos problemas (sus entregas a las Fuerzas Armadas Canadienses para las que ha sido desarrollado se han retrasado seis años, hasta junio de este 2015) y su exitoso H-60 se acerca al final de su carrera de producción, apunta Defense-Aerospace.
Lockheed Martin facturó en 2014 un total de 45.600 millones de dólares. Según los últimos datos disponibles del Instituto de Estudios Internacionales para la Paz de Estocolmo (Sipri), el 78 por ciento de sus ventas están centradas en el mercado de defensa. La multinacional da trabajo en la actualidad a 112.000 personas en sus actividades de investigación, diseño, desarrollo, fabricación, integración y sostenimiento de sistemas tecnológicos avanzados.
En cuanto a Sikorsky, propiedad hasta ahora de UTC y con noventa años de historia, cuenta con 15.000 empleados repartidos en 25 instalaciones ubicadas en once países. Entre sus productos más destacados se encuentran los helicópteros MH-60R Seahawk, MH-60 Black Hawk –de los que ha fabricado más de 2.300 para 25 países–, H-92 y S-76.
En el mismo comunicado en el que Lockheed informa de la adquisición de Sikorsky, también anuncia una revisión estratégica de su negocio de tecnología gubernamental y servicios técnicos para empresas, principalmente en el apartado de sistemas informáticos, además de en el área de misiles. Con ello Hewson trata de preparar ante el futuro la posición competitiva de la multinacional y lograr un “crecimiento sostenido y rentable”.
Imágenes: Sikorsky