El fabricante del avión de transporte militar A400M, Airbus Defence and Space, trabaja para conseguir que el aparato pueda repostar en vuelo helicópteros y lanzar paracaidistas desde sus puertas laterales. Son dos capacidades consideradas clave que el modelo no ha logrado asegurar y que en palabras del responsable de los aviones militares de la compañía, Fernando Alonso, lleva a algunos de los países que han encargado el modelo a sentirse “muy frustrados” mientras no cuentan con ellas.
Hace algo más de cuatro meses el periódico británico Sunday Times publicó un artículo calificando de “defecto vergonzoso” las dificultades del A400M para realizar con seguridad lanzamientos de paracaidistas en masa sobre el campo de batalla. En aquel momento el Ministerio de Defensa británico, uno de los clientes del aparato, adelantó en una nota recogida por Infodefensa.com que el avión con el que está sustituyendo a su antigua flota de C130 Hercules será capaz de lanzar paracaidistas desde sus puertas laterales.
En marzo el fabricante admitió algunos fallos “industriales y técnicos” en el avión, entre los que se incluyó el lanzamiento de cargas, que la compañía se comprometió a solucionar. Alonso explicó entonces que los sobrecostes derivados de los rediseños necesarios serán absorbidos por la empresa y recordó que un desarrollo militar de este tipo “no entra en servicio con todas sus funcionalidades, sino que durante un periodo de tiempo se van implementando mejoras”. En este punto aclaró que el A400M “no dispondrá de todas sus capacidades completas hasta 2018”. “Es como si fuésemos subiendo peldaños”, resumió.
Sobre el suministro de combustible a helicópteros en vuelo desde la aeronave Alonso admitió hace unos días que es una capacidad “muy difícil de alcanzar”, pero aclaró que es un objetivo que la empresa no abandonado. Una opción es explorar un alargamiento de entre 30 y 60 pies la manguera utilizada ahora, de 90 pies, lo que permitiría mantener a los helicópteros a una distancia de seguridad, de acuerdo con DefenseNews, que destaca que esta solución podría reducir el riesgo de aerodinámica, pero a la vez podría aumentar la imprevisibilidad del drogue (ancla flotante empleada en estas operaciones para facilitar el suministro) detrás de cuatro potentes motores turbohélice.
El propio ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian reconoció el pasado 21 de octubre ante el comité parlamentario de la defensa francesa que “la situación no es satisfactoria”, al ser preguntado por el A400M en referencia a las dificultades de reabastecimiento de helicópteros, de lanzamientos de paracaidistas y de sistemas de autodefensa. Su país espera contar con 11 unidades de este modelo el año que viene, de las que 6 ya deberán contar con las capacidades mejoradas de autodefensa, de lanzamientos desde el aire y de aterrizaje en pistas duras. El reabastecimiento de helicópteros llegará en una siguiente etapa, según el acuerdo francés. Entre tanto, el país prevé adquirir dos C-130, de cuatro en total, con esta capacidad.
En cuanto al asunto de los paracaidistas, en los que las simulaciones por ordenador muestra un riesgo de que choquen al lanzarse desde las puertas laterales, una solución posible será el uso de un tipo específico de paracaídas, según un ejecutivo citado por DefenseNews.
Imagen: Ginés Soriano Forte / Infodefensa.com