Vía libre para que Canadá encargue a Lockheed y BAE sus fragatas CSC

Navantia y Alion se quedan sin opciones para construir las 15 fragatas previstas en el programa canadiense CSC. El intento de la firma local Alion para que el Tribunal de Comercio Internacional de Canadá anulase la elección el pasado octubre de Lockheed Martin y BAE Systems como ganadoras del concurso para dotar de estos buques, no ha prosperado. El tribunal ha optado finalmente por desestimar el caso tras decidir el pasado noviembre paralizar el proceso mientras se aclaraba el asunto.

El diseño basado en las fragatas británicas Tipo 26, que es el presentado por Lockheed y BAE para este programa, será por tanto el que acabe dotando a la Armada Real de Canadá en sustitución de su actual flota de buques Halifax.

Según la reclamación que presentó Alion ante el tribunal, la opción de la fragata británica Tipo 26 resultó elegida pese a ser “incapaz de tres requisitos claves obligatorios”. El modelo presentado por BAE y Lockheed no puede cumplir con las exigencias de velocidad exigidos por la Armada Real de Canadá, por lo que tanto la Administración del país como los astilleros locales Irving, que se encargará de supervisar la construcción de las naves ganadoras, deberían haberlo rechazado, según la queja.

La Tipo 26 es la única de las tres candidatas que no se encuentra en servicio. Además de la F-100 de Navantia, en servicio con la Armada española y, en otras versiones, también con Noruega y Australia, el equipo de empresas del que forma parte Alion Canada, junto a la compañía neerlandesa Damen y la griega Atlas, presentó al programa la fragata diseñada en Holanda De Zeven Provinciën, también conocida como LCF, de la que cuatro unidades operan en la Real Armada neerlandesa desde la década de 2000.

Dos meses antes de que el pasado octubre se conociese la identidad del ganador, Infodefensa.com recogió el temor que se había extendido en el sector a que las autoridades canadienses estuvieran tratando de amañar el proceso para adjudicar el contrato a la opción liderada por BAE.

Una vez librado el escollo de esta reclamación finalmente desestimada, el Gobierno de Canadá pasa ahora a negociar con las empresas del equipo ganador aspectos como los derechos de propiedad intelectual y verificar el rendimiento de los sistemas de combate y la capacidad financiera de la alianza ganadora para ejecutar el proyecto, entre otras cuestiones de carácter administrativo previas a una firma definitiva.

El programa de programas CSC valorado en 60.000 millones de dólares canadienses (cerca de 40.000 millones de dólares estadounidenses).